Elías Pino Iturrieta, muy hábil en ese mundo de los 140 caracteres, escribió ayer un tuit: “Tenemos todas las de ganar en diciembre. No cometamos la pendejada de dividirnos en la víspera”. ¿A qué se refiere el historiador Pino Iturrieta? Pues a esa lamentable discusión que se escenifica en el marco de la oposición por el tema de la tarjeta única.
“Mitzy de Ledezma exige tarjeta única”, leo en El Nuevo País. “La tarjeta única debe ser el reconocimiento a la lucha democrática”, dice la esposa del Alcalde preso. Prácticamente todos están de acuerdo con la tarjeta única, pero, por lo visto, hay una piedra en el zapato.
Si ya se habían puesto de acuerdo en elecciones pasadas sobre este delicado tema, ¿por qué ahora viene la discusión? Y, sobre todo, ¿por qué viene la discusión cuando debería estar adelantándose el trabajo político con miras a esa victoria supuesta del 6 de diciembre? (Supuesta porque nunca, y menos en un país tan extraño como el que estamos viviendo, se puede dar nada por sentado).
Monseñor Roberto Lückert, el polémico arzobispo de Coro, dice -y este es el gran titular del diario Versión Final, en Maracaibo-: ¨La oposición no ofrece un proyecto de país”. Y usted no va a pensar que Monseñor Lückert se pasó al gobierno. Dice el diario: Para el arzobispo de Coro, el bloque opositor al gobierno carece de un plan para mostrar una ruta al país. “¿Qué proyecto tienen? Hasta ahora, que yo sepa, ninguno”, eso dijo en la ciudad de Maracaibo. Y pese al contexto, asegura que el desespero tras 15 años de humillación hará que la gente salga a votar el 6 de diciembre. Sostiene que la presión internacional sobre el gobierno de Maduro lo llevará a bajar la guardia y fustigó a los bachaqueros.
A lo mejor exagera el obispo al decir que la oposición no ofrece un proyecto de país, pero lo cierto es que, de tenerlo, la oposición tampoco lo ha explicado suficientemente al país. Se está perdiendo demasiado tiempo con la cuestión de la tarjeta única, sin que se enfrente una estrategia, única, con miras al 6 de diciembre. Porque, como insinuaba Pino Iturrieta, todo parece estar servido para esa fecha electoral. Tan es así, que basta leer la primera página de Últimas Noticias: “Maduro tiene respaldo de 59% del país”. ¿Quién dice esto? Hinterlaces, obviamente. Y agrega: “la mayoría prefiere que el presidente resuelva los problemas en lugar de cambiar de gobierno.” Frase a todas luces forzada, porque desde hace ya más de un año, las cifras de todas las encuestadoras hablaban de cómo la mayoría de los venezolanos quiere que pronto salga Maduro del poder; bien al vencerse su mandato, bien vía revocatorio, en fin.
Al lado de lo anterior, el mismo diario oficialista destaca esta perla atribuida a José Vicente Rangel: “La oposición planea desconocer resultados, denunció que no admitirán una derrota en las próximas elecciones y que cantaran fraude”. Nadie más obvio y más predecible que Rangel. Y este tipo de declaraciones huecas, mas apelar a una encuesta muy jalada de Hinterlaces para decir cosas que difícilmente puede creer hasta el propio chavista más recalcitrante, indican que el país está desesperado por encontrar una salida, por respirar aire fresco.
Eso sí, señores de la oposición, un poquito se seriedad por favor.