Realmente fastidia tener que ocuparse, día tras día, de las cosas que se le ocurren al ciudadano presidente. Es una insensatez ocuparse de tanta insensatez. El Correo del Orinoco: “Al llevar al Negro Primero al Panteón se reivindica lo que somos”. Y al Panteón se llevan al actor Danny Glover, obviamente por su tez. La Verdad en Maracaibo destaca: “Danny Glover reaparece en homenaje a Camejo sin plata ni película”. Recuerden que en el 2007, Hugo Chávez le dio 18 millones de dólares para que hiciera una película sobre el líder haitiano François Dominique Toussaint. No se sabe nada de la película ocho años después; quizá vino a buscar más dólares. En todo caso, allí en el Panteón el presidente dijo -leo El Universal-: “Hay que cuidar todos los días la unión cívico militar y la cohesión de la Fuerza Armada Nacional ante los planes conspirativos de la derecha venezolana en sus aspiraciones de ganar las elecciones a la Asamblea Nacional”. Para Maduro, pues, aspirar a ganar las elecciones es lo mismo que conspirar. Curiosa manera de ser demócrata. Pero lo que llama la atención es que pide la “unión cívico militar y la cohesión de las Fuerzas Armadas”. Pareciera que lo que más le preocupa es, según sus propias palabras, esa falta de cohesión en la Fuerzas Armadas.
Y ya que topamos con las Fuerzas Armadas, vayamos a otro de los tópicos recurrentes del discurso presidencial: guerra económica y bachaqueo. Más allá de palabras huecas y conceptos vaporosos, el mismo diario La Verdad, en su gran titular, nos trae la cruda y dura realidad nacional: “Teniente mata a soldado en riña por bachaqueo”. Lea usted, por favor: Fuentes policiales informaron que una disputa por la repartición de dividendos provenientes del cobro de peaje a contrabandista en el Municipio Guajira, llevó a que en la noche del pasado martes el Teniente Julio César Páez González, encargado de una base militar del sector Banposte, matara de un tiro al Cabo Segundo Jhonny José Gutiérrez Polanco. La versión extraoficial explica que Gutiérrez se había sublevado junto a otros 12 uniformados por el dinero proveniente de la extorsión, y tras amedrentar con disparos de fusil al Sargento Primero de la Compañía y al Teniente Páez, este ultimo respondió abriendo fuego con su pistola de reglamento calibre 9 milímetros.”
Esto parece una escena de aquella película de vaqueros de Sam Peckinpah, La Pandilla Salvaje. Estos son unos delincuentes peleándose un botín, y se matan entre ellos. “Fruto de la extorsión”, dice el diario La Verdad. Estamos hablando del Zulia, estamos hablando de la Guajira, estamos hablando de una de las zonas calientes del bachaqueo. Y la Fuerza Armada, tal como leemos, es la que está involucrada, la que también delinque.
Esa es la verdadera guerra que mata a los venezolanos hoy por hoy. Más allá del negro Danny Glover en el Panteón y del sainete que se montó para honrar la memoria de Pedro Camejo.