La indolencia del bailarín

   Hay dos países. Uno, inmenso, mayoritario, multitudinario, que está pasando hambre, que se está muriendo de mengua, que no tiene medicinas, no tiene salud. Y otro chiquito que le da la espalda al anterior.

  Ayer fue un buen ejemplo. Una marcha armada por el gobierno llega hasta Miraflores Se reúnen siempre en esa especie de callejón lateral del palacio presidencial que es muy fácil llenar. Unos cuantos miles y ya parece que es una multitud gigantesca la que ha llegado a vitorear al presidente. Allí Maduro recibió a los trabajadores universitarios y les aumentó el salario. Pero, así como hay dos países, también hay dos universidades. Las nacionales, las serias, las grandes, las de rigor académico. Y las otras, las de menor nivel, digamos llenas no de saber, sino de propaganda política. Mientras Maduro recibía a este grupo, una marcha de profesores universitarios, acompañados de estudiantes de las universidades nacionales, no podían salir de la Universidad Central de Venezuela porque, para variar, los piquetes de la Guardia Nacional Bolivariana les bloqueaban el paso. Unos pueden llegar a Palacio, otros ni siquiera pueden salir a la calle. Es la diferencia de países.

  Advertía que el país grande, el mayoritario, se está muriendo. Muriendo de verdad, no es una metáfora. Oliver Sánchez ha pasado a simbolizar ese país. Un niño que ha podido salvarse perfectamente falleció ante la indolencia del gobierno. Y la indolencia es tal que, cuando el país ayer estaba consternado por esa muerte, este señor presidente no soltó ni una palabra de afecto, de pesar o condolencia; ni una palabra para los deudos. Con la mejor desfachatez, como si se burlase de nosotros, se puso a bailar. ¿Qué celebraba Maduro? ¿La muerte de Oliver Sánchez? Indignaba de verdad.

  En medio de todo esto, los médicos en Mérida siguen en huelga de hambre. Y cada vez son más, ayer se sumó una doctora. Y la situación es tan precaria que en el Semanario Quinto Día leo: “Es hora de hacer lo que sea para permitir el acceso de los medicamentos para los pacientes”. Quien dice esto es el Director del Hospital Vargas, Tirso Silva, chavista, ex diputado del Psuv. ¡Hasta el director del Vargas dice que ya es hora de hacer lo que sea para permitir el acceso a los medicamentos!

  Sí, es hora de urgencias. Es hora de tantas cosas. Pero cómo hacemos si Maduro lo único que hace es bailar.

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