Algunos diarios han optado por ignorar las palabras de Maduro ayer 5 de julio. Otros diarios sí las destacan en grande. Sobre todo los oficialistas, que, como saben, cada día son más. Vea, por ejemplo: “La tarea es lograr la independencia económica”. El Universal: “El reto es lograr la independencia económica y tecnológica. Hace 204 años nuestros abuelos firmaron (el acta), que tiene en sí el proyecto original de los libertadores de la patria”. Al señor Maduro realmente no le va bien con las cuentas, ¿su abuelo estuvo en los tiempos de la firma del acta de la independencia?
Y si no le va bien en esas cuentas, tampoco le va en las de la economía. Su frase más resaltada de ayer: “La economía del país está secuestrada”. El Correo del Orinoco titula: “La de hoy es la batalla por liberar a Venezuela del secuestro de los grupos económicos”. Y destaca con su habitual tono grandilocuente: “Está escrita en el firmamento la revolución económica de independencia. Esta burguesía que ha osado secuestrar la economía se arrepentirá en el futuro. Fedecamaras enemigo del pueblo que van por debajo haciéndole daño al pueblo”.
Asumamos como cierto lo que dice Maduro: la economía esta secuestrada. Si es así, ¿cómo la va a rescatar? Y allí ya se le agota el discurso. Es increíble que, con 16 años en el gobierno, controlándolo todo, con poder absoluto, todavía el chavismo tenga la irresponsabilidad de afirmar que la culpa es de los demás y ellos inocentes de todo. “La economía está mal porque la secuestraron unos oligarcas”, no deja de ser una frase hueca, falsa y demagógica.
Pero si así anda el señor Maduro, con otras luces estuvo el orador de orden en la Asamblea Nacional, Aristóbulo Istúriz: “Quitamos el control de cambio y nos tumban”, repitió en el Parlamento. “Me van a volver a caer por twitter, pero el control de cambio en Venezuela es un medida política, no es una medida económica. Quitamos el control de cambio y nos tumban, hagamos la prueba”.
A ver, Istúriz, ¿y si hacen la prueba? ¿Qué tal si se arriesgan y la hacen? El país quisiera tomarle la palabra.
Luego soltó este argumento: “Los revolucionarios tenemos el reto de enfrentar la guerra económica, la cual es el arma que utiliza la oligarquía para desestabilizar a la nación. Donde Chávez no pudo avanzar fue en la transición del modelo económico, los enemigos lo saben y utilizan el poder económico y mediático en su contra”.
Sus enemigos, Istúriz, los de la revolución, ya no tienen poder mediático y mucho menos económico, usted lo sabe y miente a conciencia. Pero es bueno que reconozca que Chávez fracasó en la economía. Este calamitoso cuadro que padecemos, con escasez, bajos salarios y la inflación más alta del mundo es responsabilidad directa de la fracasada revolución de Hugo Chávez y sus seguidores. La economía, pues, no está secuestrada. Sólo el país, y por ustedes mismos.