La clase obrera ya no va al paraíso

  El pasado jueves 24, por fin el Banco Central de Venezuela, con un retraso notable, publicó las cifras de inflación correspondientes al mes de marzo. El aumento fue importante. Tenemos una inflación anualizada en 60%, y lo que es más dramático es que la de alimentos anualizada llegó al 80%. Ese mismo día, en El Universal apareció publicada esta nota: “El costo de la Canasta Alimentaria aumentó 71,5% en un año, cifras oficiales del Instituto Nacional de Estadísticas. El INE reportó que la canasta pasó a costar tres mil setecientos treinta con cuarenta y ocho céntimos (3.730,48 Bs) en el mes de febrero -Asuma usted que esto, seguramente, ya subió de forma considerable-. La cesta básica de alimentos estaba en esas cifras en febrero, Bs. 1.556, 05 más que hace un año cuando la canasta costaba 2.174,43 bolívares.”

  Ante estas cifras, ayer Nicolás Maduro, quien se considera a sí mismo como un Presidente obrero, nos presentó la “buena noticia” de que el salario mínimo ha tenido un ajuste del 30% y ha aumentado a 4.251 bolívares.

  Pues bien, si la canasta alimentaria está en 3.730,48 bolívares quiere decir que a una persona sólo le quedan 520,52 bolívares para todo lo demás. ¿Qué llamamos lo demás? Por ejemplo, medicinas -si las consigue-, vivienda, ropa, transporte. Y, a propósito de los recientes aumentos del transporte, se reseña hoy en la prensa que una persona gasta hasta 70 bolívares diarios para poderse trasladar de un sitio a otro, lo que llega a la exorbitante suma de 1.300 bolívares mensuales.

  ¿Entonces puede usted explicar, señor Presidente, la razón de su alegría? Si se gastan 1.300 bolívares sólo en transporte, ya nada resta de esos Bs.520,52 que quedaban para “lo demás”.

  No creo que sea momento para celebrar, señor Presidente. No pareciera que tiene usted motivos reales para estar festejando. Pero, en fin, es 1 de mayo y algo tenía usted que decir. Además, afirmó: “La clase obrera tiene que ser la clase dirigente, productiva, que señale el rumbo de la patria porque hoy es la clase gobernante”

  ¿Entonces usted es obrero? ¿Algún día en verdad lo fue? ¿Y porque alguna vez usted fue dirigente sindical y ahora manda, es la clase obrera la que está gobernando? Permítame que ponga en duda todo lo anterior. En estos tiempos, la clase obrera ya ni siquiera va al paraíso de la película aquella.

 

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