Hoy regresan los muchachos a la escuela. Arranca el año escolar, y si bien los más pequeños no dejan de ir cargados de ilusión, el panorama sigue siendo terrible, lamentable, el cuento de nunca parar. Por una parte, regresan a escuelas destartaladas en la mayoría de los casos, escuelas que no han recibido el cariñito que siempre se les promete y nunca se les da; y, por la otra, regresan a una educación cada día más deficiente. El gran titular de El Nacional en esta mañana nos dice: “Año escolar comienza sin corregir fallas en rendimiento académico”. Persisten deficiencias en lenguaje y matemática (…) Evelyn Abdala, coordinadora del programa PIO de la Universidad Simón Bolívar, afirma que los jóvenes llegan a la educación media sin manejar las operaciones básicas de matemática que deberían estar consolidadas. Por su parte, Olga Ramos, presidente del Observatorio Educativo Venezolano y miembro de la ONG Asamblea de Educación, advierte que desde 1996 el Estado no aplica pruebas para medir la calidad de la enseñanza. Los promedios se mantienen muy por debajo de lo deseado.
Y si no tenemos una buena educación, pues evidentemente lo que tendremos para el futuro inmediato no es precisamente auspicioso ni promisorio. Eso pensando en el futuro. ¿Pero qué tenemos en el presente?
El Nuevo País hoy nos dice: “Estalla la bomba de la deuda”. Esta es una semana crítica para Venezuela, se nos vienen encima los vencimientos y no tenemos con qué pagar. Vencen bonos de la deuda y para pagarlos el país tendrá que quedarse, prácticamente, sin reservas, mientras hay un paquete de millones en importaciones ya consumidas que por ahora no pueden pagarse. Leo en El Universal: “Las Reservas Internacionales caen al nivel más bajo en 9 años”.
A todas estas, estamos todos asfixiados porque la inflación nos ha dejado prácticamente contra la pared. El Mundo, titula hoy: “La inflación obliga a revisar los controles” El alza de precios hace que se abran espacios para políticas económicas menos severas. “Los instrumentos jurídicos no son inflexibles”. Ya empieza a apuntar hacia ciertos cambios el diputado psuvista, Ricardo Sanquino. ¿Por qué? El gran titular de El Universal nos da alguna respuesta: “Los controles duplican la escasez de alimentos”. La sequía de divisas que está sufriendo el sector privado y el rezago en el ajuste de los precios regulados se traduce en un aumento muy importante de la escasez de alimentos básicos en Caracas, que pasó de 10% en agosto de 2012 hasta el 19,2% en el mismo lapso de este año, según las cifras del Banco Central de Venezuela.
Y cuando se habla de la escasez en Caracas, el referente ha de ser dramático para todo el país. Porque ahora es muy frecuente, cuando uno está en el mercado, ver gente que vino del oriente, del centro del país, del occidente, a hacer mercado en Caracas, porque, sencillamente, en sus poblaciones no se encuentra absolutamente nada.
Para cerrar el comentario, hay una nota en la primera página de El Universal. Veo acá en una fotografía, unos autobuses que están contra un gran mural donde se ve a Bolívar con sus oficiales y generales, todos ellos a caballo. Pues a caballo tendremos que ir de ahora en adelante… A comienzo de mes se dio un aumento en el salario mínimo. Ahora quienes ganen salario mínimo y usen dos busetas al día, con el nuevo aumento del pasaje a partir del día de hoy, en ese aumento se les va todo el alza de sueldo que tuvieron a comienzos de este mismo mes.
¿Cómo hacemos? A menos que usted también quiera sacar una bicicleta, como ayer Maduro, pero recuerde que él rodó feo obligando a que todos los que lo acompañaban a rodar también por el asfalto, penosa y aparatosamente. Vaya cruel metáfora de lo que estamos viviendo: Maduro no puede con la bicicleta y menos con el Gobierno; todos rodamos por su culpa.