En nuestro foro de ayer, en el programa de radio por el Circuito Éxitos, el sociólogo Roberto Briceño León, llamó la atención sobre el lenguaje del Presidente. Es muy duro, por ejemplo, a la hora de calificar a policías que trabajan en los estados gobernados por la oposición. Al director de la Policía de Miranda, le llamó gánster. Sin embargo, advertía Briceño León, jamás se le ha oído una palabra dura en contra de los malandros, delincuentes, asesinos. De hecho recordó que, en una infeliz humorada, el Presidente dijo que los malandros eran en realidad “buenandros” que así había que llamarlos.
Esto explica, por ejemplo, lo que ocurrió en el día de ayer, estos llamados colectivos que actúan de manera impune, con las caras tapadas y evidentemente armados, porque bastante han hecho alarde de sus armas, son afectos al régimen y el Presidente nunca ha tenido una palabra para criticarlos.
Ayer, la oposición fue al Consejo Nacional Electoral a reclamar el abierto ventajismo del Presidente, sobre todo, con sus cadenas de radio y televisión. Estaban estos individuos allí y pasaron a agredir a dirigentes de Primero Justicia.
El diario El Nuevo País, nos muestra el momento en que el dirigente de Primero Justicia, Ramón Muchacho, señala con vehemencia al Ministro de la Defensa, el General en Jefe Henry Rangel Silva. Dice la nota del Nuevo País: “El General trató de calmar los ánimos sin éxito”.
Me imagino la escena: El General Rangel Silva se le acerca a los malandros de la Piedrita y le dice: muchachos, calma, calma y cordura muchachos… No los pude calmar, diría después.
¿Por qué esa benevolencia? ¿No le parece a usted sospechoso, General Rangel Silva, que unos individuos armados, con unas mochilas, evidentemente, gordas y pesadas frente a la sede del CNE, son peligrosos? ¿No deberían, mínimo, ser cachados, registrados? Si aquí por cualquier cosa, a cualquier ciudadano se le para, se le interroga, le cacha, en fin…
Esto, sencillamente para evidenciar, lo que acotábamos al principio. Estos individuos, no sólo son partidarios del régimen, que lo dicen abiertamente, sino que cuentan con la protección y benevolencia del régimen. Si estos individuos, están muy cercanos al delito y a la delincuencia, pues, entonces la regla funciona a la perfección: Si A=B y B=C, A =C, la llamada Ley Transitiva.
Ahora bien, el Presidente, ha lanzado un plan desesperado en plena campaña electoral, entendiendo que, en efecto, la inseguridad es un problema terrible para los venezolanos. El diario oficialista Correo del Orinoco, titula hoy: “Chávez aprobó 5.915 millones para combatir la inseguridad”. Recursos para la gran misión “A toda Vida Venezuela”.
Hoy el diario Últimas Noticias, en su gran titular de primera página, dice: “A anotarse víctimas del hampa”. La próxima semana abren el registro nacional. Les ofrecerán pensiones, apoyo terapéutico y jurídico, dijo Tareck El Aissami.
Tasar la muerte, lo más cruel y macabro posible. Usted perdió a su hijo, ah mire, le vamos a dar tanto. Dios…Juegan con la vida y con la muerte por igual.
En realidad si en todo este tiempo las políticas de seguridad ciudadana se hubiesen implementado correctamente. Esos fondos que hoy se invierten en forma apresurada, y poco clara. Servirían para resolver problemas de infraestructura necesaria para la población.