Han sido fuertes las reacciones en el mundo ante la injusta condena a Leopoldo López. Tan pronto se conoció tuvimos la reacción crítica de John Kerry, Secretario de Estado norteamericano. En el programa de radio entrevistamos a José Miguel Vivancos, Director para las Américas de Human Ritghs Watch, quien también la criticó duramente. Igual se dieron reacciones en Europa. El gobierno español, por ejemplo, manifestó su preocupación por la decisión, y Felipe González declaró que ya en Venezuela había una dictadura de facto. Al día de hoy las reacciones en contra no cesan.
El gobierno socialista de Chile, el gobierno de la señora Michelle Bachelete, ha mantenido siempre un silencio cómplice con los gobiernos chavistas. Entre la señora Bachelete e Isabel Allende, hija del Presidente, hay diferencias gruesas en ese sentido. La señora Allende, Presidenta del Senado chileno, ha advertido que en Venezuela no hay ningún gobierno socialista ni mucho menos, que aquí lo que hay es un gobierno fascista, y ha llamado a la solidaridad con los venezolanos recordando, entre otras circunstancias, toda la solidaridad que brindó Venezuela a los chilenos en la década de los 70 luego del derrocamiento de Salvador Alende. La señora Bachelete había hecho caso omiso frente a los desmanes de los gobiernos venezolanos, pero ahora la situación empieza a cambiar, y cambia, precisamente, por el caso de Leopoldo López.
Destaca El Nacional en su primera página: “Luego de la condena del dirigente Leopoldo López los gobiernos de Ollanta Humala en el Perú y Michelle Bachelete en Chile, se mostraron preocupados por la creciente polarización en Venezuela, y pidieron que haya más diálogo entre los sectores políticos. “Esperamos se observen las garantías judiciales de un debido proceso”, es la cita de la Cancillería de Chile.” Este es un cambio importantísimo.
Ahora, ya que hablamos de Chile, parece que este será el destino repentino de la juez Susana Barreiros, la que condenó a López. Aparentemente, la envían como Cónsul, y esta designación no es bien vista por los parlamentarios chilenos. Leo una nota en El Mercurio de Santiago: “Canciller dice que no ha recibido nota oficial por posible llegada a Chile de jueza que condenó a Leopoldo López (…) Los miembros de la comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados, Jorge Tarud (PPD) y José Manuel Edwards (RN), que habían sido advertidos de esta posibilidad, realizaron ayer en la mañana un punto de prensa para abordar la opción.
“La jueza en cuestión condenó a Leopoldo López a casi 14 años de cárcel sin permitirle que puedan los testigos declarar en el juicio, a puertas cerradas, sin ninguna prueba”. Eso dice el diputado chileno que se opone a que vaya a Chile la juez Barreiros. “Sería ampliamente rechazada por todos los sectores democráticos de nuestro país. Si el gobierno de Nicolás Maduro insiste en nominarla como cónsul en Chile, queremos advertirle del amplio rechazo que va a tener”.
¿Por qué están sacando del país a la juez Barreiros? ¿Acaso su decisión no fue autónoma, no fue fruto de su libre y autónomo criterio? ¿Por qué tiene, digamos, que huir? ¿Tiene miedo? ¿O es que acaso esa designación es un premio?
Corrió en la redes sociales la foto de la señora Barreiros, con la toga de juez, muy sonriente, al lado de un también muy sonriente Diosdado Cabello. Por lo que muestra la foto, evidentemente se conocen y se simpatizan. ¿Qué tanto tendrán en común ambos personajes, más allá de una clara sintonía política?
Y, para cerrar, debo detenerme en lo declarado por el Cardenal Urosa Sabino: “La condena ha sido injusta, incorrecta y negativa para el país ya que no tiene fundamentos. Han querido poner escarmientos a líderes de la oposición castigando en Leopoldo López todo lo que pueda ser disidencia, oposición justa, pacífica y democrática. Lamentablemente le ha tocado a Leopoldo ese papel”.
Ahora es cuándo esta condena provocará reacciones adversas a un gobierno cada vez más impopular dentro de nuestras fronteras y fuera de ellas también.
Buena editorial César, no podemos esperar menos de este gobierno, yo veo que esa posibilidad de enviar a la “jueza” como cónsul a chile obedece tanto a que su sentencia no fue clara ni ajustada a derecho así como un premio por tal acción,
NO SE PODIA ESPERAR ALGO DIFERENTE DE LOS ACÓLITOS DE ESTE RÉGIMEN CAPACES DE CUALQUIER MARRAMUCIA POR INMORAL E INOBLE QUE SEA. PERO NO NOS DESESPEREMOS TARDE O TEMPRANO SE HARA JUSTICIA
Yo no creo que el gobierno chileno vaya a aceptar la nominacion de consul en su pais en este momento, ya que la Bachelet no esta con los puntos muy arriba que se diga y por los casos de corrupcion de su hijo, de empresarios con el gobierno, mas los resultados economicos que no han sido los mejores de los ultimos años, eso seria como alborotar mas el avispero y echarse encima una carga innecesaria de impolularidad adicional.