Haití. Segundo día.

  De nuevo, por segundo día consecutivo, el encuentro sorpresivo entre Shannnon y Cabello en Haití, se lleva el mayor número de grandes titulares en las primeras páginas de la prensa nacional y regional. El Diario 2001 acierta cuando afirma: “Tela para cortar deja el encuentro Cabello y Shannon”. En efecto, sólo tenemos especulaciones. “Un vocero del Departamento de Estado califica de provechosa la reunión. Eligio Cedeño y Nelsón Mezherane serían las joyas de la corona pedidas a Estados Unidos. Maduro asegura que se ha abierto un canal diplomático muy importante. Y, según Chúo Torrealba, ese encuentro demuestra la fractura del gobierno. Citado en El Nuevo País: “Chúo Torrealba: El presidente de la Asamblea Nacional activó esa acción (el encuentro directo con Shannon) por temor a que Nicolás Maduro lo entregue a Estados Unidos.”

  Más allá de las especulaciones, llama la atención que el presidente de la república diga “se ha abierto un canal diplomático con Estados Unidos”, según  leemos en nuestra página de Unión Radio. Es decir, quien lo abrió fue Diosdado Cabello en Haití. En otras palabras, los dos encuentros hasta ahora conocidos del presidente Maduro y Thomas Shannon, a puerta cerrada en el Palacio de Miraflores, ¿no sirvieron para abrir ese canal diplomático?

  En El Mundo: “Estados Unidos considera positiva la reunión con Venezuela. Un portavoz del Departamento de Estado dijo que en el encuentro de Haití “se tocaron todos los elementos de nuestra relación bilateral”.

  Dejemos de lado las especulaciones, de si hay o no una investigación por narcotráfico a altos funcionarios del régimen. Vayamos a lo puntual. Las relaciones entre el gobierno venezolano y los Estados Unidos vienen en dificultades desde hace ya un buen tiempo. Pero la guinda resultó el decreto de Obama que sanciona a funcionarios venezolanos por violaciones de derechos humanos. ¿Se tocó ese tema? ¿Va a derogar el decreto el gobierno de Estados Unidos?

 Y ya que hablamos de violaciones a los derechos humanos, muy pocos diarios, en estos tiempos donde se impone la hegemonía comunicacional del gobierno, se ocupan de una violación gravísima. El Nacional: “Hospital se negó a hacer pruebas de toxicología. Denuncian envenenamiento. Cuatro estudiantes empezaron a vomitar sangre y bilis después de calmar la sed con el agua que donó una mujer a los huelguistas en San Cristóbal.” La mujer se acercó, venía de parrillera en una moto y, gentilmente, ofreció el agua que después resultó que estaba envenenada”. Esto también es una violación a los derechos humanos. Y en la misma página de El Nacional: “El alto comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Ra’ad al Hussein, exigió la liberación inmediata e incondicional de las personas presas en Venezuela por ejercer pacíficamente su libertad de expresión y reunión. También cuestionó el acoso, las amenazas y las descalificaciones a integrantes y directivos de las ONG”

  ¿Se habló de este tipo de cosas en la reunión de Haití? Porque cuando el vocero del Departamento de Estado dice: “se tocaron todos los elementos de nuestra relación bilateral”, es bueno saber si se tocó el caso del General Gustavo González López, por ejemplo, Ministro del Interior, quien fue designado ministro, precisamente, como una suerte de reivindicación por parte de Maduro luego de las sanciones que recibió junto con otros funcionarios.

  ¿Por qué dice Chúo Torrealba que esta visita de Maduro evidencia la fractura dentro del gobierno? ¿Es que acaso, por más que lo haya dicho el presidente, Cabello viajó a Haití por su propia cuenta, fue una iniciativa personal, directa? Y si es así, ¿por viajó con la canciller? Pero lo fundamental, lo que despierta más suspicacias, ¿por qué tanto misterio en todo esto? ¿Por qué no se habla claro y raspado?

  En todo caso, el encuentro fue en Haití y hasta ahora nadie ha explicado por qué fue precisamente en lugar tan insólito. Por lo pronto, sabemos que en Haití hay hambre, miseria y mucho vudú.