Monseñor Diego Padrón, en su condición de Presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana, no dejó nada por fuera. Al dar el discurso que inaugura la Asamblea Ordinaria Plenaria de este año, puso, como se dice coloquialmente, los puntos sobre la íes. Leo algunos titulares. El Universal: “El Episcopado critica que el diálogo se usara para “apaciguar la protesta. Padrón advirtió que no se evidencia que en Venezuela se respetan los Derechos Humanos y que la constitución y las leyes se usan a discreción de jueces y funcionarios para mantener el poder y el control político.”
Con relación al tema del diálogo: “La iglesia exige que haya un diálogo real”. Y Padrón también le echa algo de gasolina al fuego de la discusión interna dentro de la oposición: “El diálogo se usó sólo para apaciguar la protesta, no para avanzar”. Por otra parte, en El Nacional: “Los Obispos alertan contra el deterioro institucional. La Conferencia Episcopal clama por diálogo con resultados concretos. La Iglesia católica lamenta que las conversaciones gobierno oposición se utilizaran para aplacar las protestas y no para lograr el entendimiento que espera el pueblo. El Nuncio afirmó que el perdón está ausente en la política nacional”. El Nuncio, que fue testigo privilegiadísimo, importantísimo en esos diálogos, dice: “en este país no hay perdón”. Y el perdón es uno de los basamentos fundamentales del cristianismo. En otras palabras, no estamos ante un régimen cristiano.
“El Presidente de la Conferencia Episcopal, exhortó al Presidente Nicolás Maduro a que utilice la Ley Habilitante como un instrumento contra la corrupción y el nepotismo. También pidió que no se empleen los anuncios de magnicidio y de golpe de estado para justificar la persecución política y crear incertidumbre.” Con relación a lo del magnicidio, Notitarde, en Valencia: “Las denuncias de magnicidio son de escasa credibilidad y solo contribuyen a crear incertidumbre y a justificar la persecución política. Resaltó Monseñor Diego Padrón que el país reclama que el gobierno y la oposición retomen el diálogo”.
Ante el hecho -regreso a El Nacional- de que más de 9.000.000 de venezolanos viven en pobreza extrema, el arzobispo de Cumana aseveró que el país requiere un viraje en todos los aspectos ya que es hora del esfuerzo mancomunado para evitar el colapso y sacar a Venezuela adelante.
De todos los llamados que ha hecho la Conferencia Episcopal en sus reuniones ordinarias anuales a lo largo de estos tres lustros, quizá nunca hubo un discurso tan contundente que pusiese tantas cosas en su sitio. Y advierte: la corrupción es lo peor, es el principal determinante.
Y con relación al tema de los jueces, Tal Cual publica hoy la fotografía de la jueza Adriana López. De ella nadie sabía nada, y ahora se ha hecho, no digamos famosa ni popular porque ninguno de los calificativos le viene, pero sí muy conocida porque es la juez que condenó a la cárcel a Leopoldo López, Marco Coello y Christian Holdack. Leo en Tal Cual:
“El terrorismo institucional que afecta a las víctimas de la “dama ciega” rojita cuenta desde luego con magistrados como Adriana López, jueza 16 de control, quien no solo se ha tomado el caso Leopoldo López como un asunto personal, sino que ha sido señalada en pasillos del Palacio de Justicia de sembrar el miedo en colegas suyos, renuentes a tomar decisiones en contra de su voluntad.
“Según la cuenta @JuecesdeVzla, el “esfuerzo” de Adriana López no tiene otro objetivo que ser premiada con la Dirección de la Corte de Apelaciones de Caracas, donde hay tres candidatas también oficialistas en fila.”
Ya veremos a dónde conduce esta conferencia de los Obispos, ojalá sigan diciendo verdades.