Feliz Navidad

  “Navidades felices”, ese el anuncio: la felicidad. El Clarín, en La Victoria: “Anuncian navidades felices. A partir del 1 de noviembre arranca en todo el país el Plan navidades Felices y Seguras, según informó Superintendente de precios justos Andrés Eloy Mendez. “Los burgueses y comerciantes especuladores se están frotándo las manos porque saben que el pueblo trabajador va a recibir sus aguinaldos pero no vamos a dejar que arremetan contra ellos”.

  Para garantizar esto el Vicepresidente de la República, Jorge Arreaza, se mete en el asunto. Está retratado en la primera página del diario Vea, viendo seriamente a cámara con una camisa con la firma de Hugo Chávez, flanqueado por Rodolfo Marco Torres e Yván Gil, el titular: “Productos navideños llegaran al pueblo a precios justos”, corroborando así lo que había dicho Méndez. Y de esa reunión partieron al Puerto de La Guaira. Aquí les vemos, con sus gorras rojas y sus chalecos de seguridad, inspeccionando lo que trajeron 300 contenedores recién llegados. Trajeron juguetes, y aquí el Vicepresidente Arreaza examina que, en efecto, son juguetes. Le vemos acompañado de José David cabello, Rodolfo Marco Torres e Yván Gil.

  ¿Usted sabe que lo que son cuatro Vicepresidentes chequeando, revisando que en efecto llegaron unas Barbies en unas cajas?

  “La Navidad llegó a puerto seguro”, es el titular de Últimas Noticias. Y para que la navidad sea más segura y sustanciosa, en El Informador de Barquisimeto leo: “Garantizan suficiente pernil para la navidad. Durante los próximos días se comenzará la distribución y abastecimiento de los principales productos de la mesa venezolana ante las festividades navideñas. Se tiene prevista la venta de 5 mil toneladas provenientes de la Empresa Porcinos del Alba, el anuncio lo hizo el Vicepresidente para la Seguridad y Soberanía Alimentaria”.

No deja de haber una cruel ironía en que el Vicepresidente para la Seguridad y Soberanía Alimentaria (palabra tan importante como “soberanía”) tenga que advertir que van a importar 5 mil toneladas de pernil. Antes ese pernil se producía acá, no había que importarlo.

  Pero estamos hablando, por lo visto, de una situación absolutamente estacional. Es un gobierno que parece funcionar de temporada en temporada, de crisis en crisis, sin planificación alguna. Vienen las navidades y se desata la angustia, hay que correr y traer los juguetitos, hay que traer el pernil para que todo, aparentemente, luzca muy bien y la navidad sea, como ya se ha decretado, una “Navidad feliz”.

  El detalle está en que la felicidad no se decreta.

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