Y nos llegó la nochebuena… La noche del 24 de diciembre del año 2012. Recuerdo que de niño me impactaba mucho la frase tradicional en la nochebuena: “¡Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz a los hombres de buena voluntad!”.
Me llamaba la atención porque entendía que había hombres de buena voluntad que merecían paz. De niño no tenía la sospecha de que pudiesen existir hombres que no tuviesen buena voluntad. Pensé que todos eran dignos de la paz.
Hoy en día creo que siguen siendo dignos de tener paz. En una noche de reconciliación, como esta, todos, todos los venezolanos, los de buena voluntad y los que no la tengan tanto. Vaya el gesto magnánimo del Señor en esta su noche de gran reconciliación para todos… Para todos los venezolanos.
Independientemente de lo que piensen en política, de lo que piensen en religión, de lo que piensen en cultura, en tradiciones. Independientemente, inclusive, de si son magallaneros o caraquistas, o guairistas… En fin, que sea esta la noche de todos y que mañana –el auténtico día de la Navidad, el día del niño Dios– sea para todos nosotros, por fin, un día de paz.
¡Feliz Navidad!