Y bien amigas y amigos hemos llegado ya a la noche final de este año 2014.
Un año duro, un año difícil, un año donde al país se le cerraron puertas y a nosotros, como ciudadanos de ese país, evidentemente también. Un año en el que se nos apagó la luz y más que una metáfora fue una realidad, porque tuvimos muchos apagones. Sin embargo, nos advierten que el año entrante puede ser inclusive más oscuro, no solo porque vendrán más apagones, sino porque los pronósticos que hacen todos los economistas apuntan a un año todavía más difícil que el 2014.
¿Será un año de opciones? Quién sabe. Por lo pronto, en el panorama político, están planteadas unas elecciones parlamentarias, que quizá -quien quita- podrían darnos una Asamblea Nacional distinta. Veremos. Aunque ese veremos hay que dejarlo como en el aire, habida cuenta del escepticismo, la decepción tan grande que cunde en este momento sobre buena parte de los venezolanos. Pero será un nuevo año.
Y así como es imposible levantarse deprimido, pesimista, porque siempre cuando sale el sol debemos cargarnos de optimismo, así mismo cuando comenzamos un nuevo año debemos enfrentarlo con optimismo aunque sea un poquito, con fe, con esperanza.
El 2015, dicen todos los expertos, será peor que todos los años anteriores. Sin embargo, quien quita –insisto- y el viento sopla en dirección contraria. Asumimos lo que debemos ser, tomamos a nivel individual y colectivo las decisiones que debemos tomar, y, de repente, vuelvo, el 2015 termina siendo el mejor año en muchos años.
De cualquier manera que sea este, para usted, el mejor año posible. Se le quiere mucho
Excelente César, Gracias !!!