Patricia de Ceballos es una joven mujer venezolana, tiene esa belleza natural de la mujer criolla con una mirada muy limpia, transparente. La conocimos semanas atrás cuando estaba en plena campaña electoral por la alcaldía de San Cristóbal. Nos dio la impresión de ser una mujer muy segura de lo que estaba haciendo. Cuando le preguntamos si ella estaba allí solamente por ser sólo la esposa del alcalde preso, pues no dio a entender que no, que tenía ya un buen trecho recorrido en el mundo de la política. De hecho, se conocieron allá en la universidad cuando ella y su esposo Daniel eran dirigentes, estaban involucrados en la lucha política. Ella el día 25 ganó con una abrumadora mayoría de 74% de los votos.
Esta victoria de Patricia de Ceballos y la victoria de Rosa Scarano en San Diego, representaron la más dura bofetada que ha podido recibir el régimen. Recordemos: el régimen, en una medida totalmente arbitraria e inconstitucional, puso tras las rejas a los alcaldes que habían sido electos en San Cristóbal y en San Diego. Pronto, el Consejo Nacional Electoral, bajo la égida de la señora Tibisay Lucena, siempre tan obsecuente con el Poder Ejecutivo, convocó a elecciones. Y estas señoras, con el apoyo de la oposición reunida en la MUD, sin amilanarse, fueron a las elecciones, y, como decíamos, ganaron de manera abrumadora.
Esa bofetada que le dio la oposición al régimen fue respondida, días después, con los escándalos del supuesto plan de magnicidio que denunció Jorge Rodríguez a nombre del muy novedoso “Alto Mando Político de la Revolución Bolivariana”.
¿Por qué nos ocupamos hoy de Patricia de Ceballos? Porque antier el señor Nicolás Maduro dijo: “un grupo de ciudadanos introdujo un recurso ante el TSJ porque la señora Patricia de Ceballos esta instigando de nuevo a la violencia en las calles de San Cristóbal, averigüen…”
Nos enteramos por lo que dice la prensa en la mañana de hoy, por ejemplo, El Nacional: “En la alcaldía de San Cristóbal rechazaron que dos ciudadanos acusaran ante el TSJ a la alcaldesa Patricia de Ceballos de instigar a grupos violentos”. Dice la señora Ceballos: “Sólo he llamado al orden y a la calma”. Como vemos, el presidente se ocupa de dos (2) ciudadanos que, evidentemente siguiendo una línea política progubernamental, van en contra de una señora que resultó electa hace apenas unas semanas con 74% de los votos. Esto es desconocimiento de la voluntad popular, esto no es tener talante ni espíritu democrático.
¡Pero el señor Maduro se ocupa de cada cosa! Me llamó la atención verlo ocuparse de la renuncia de Luis Chataing. Dice Maduro: “Si yo lo que hago es trabajar, ¿por qué usted dice que yo le boté de Televen?” Que yo sepa, Luis en ningún momento ha dicho que fue Maduro quien le sacó. Y un miembro de la farándula gubernamental -y digo farándula gubernamental no porque este acusando al gobierno de farandulero, sino porque el gobierno también tiene su farándula- exigió por las redes sociales a Chataing que presentase las pruebas (de las presiones sobre Televen). ¡Qué gracioso funciona esto! Qué curioso, por no decir que ridículo.
Luis había hecho un chiste muy original por el tuiter: “La semana que viene el gobierno presentará pruebas de que sí tiene pruebas del magnicidio”. Y ayer dijo acá en nuestro programa: “Los dueños de Televen me dijeron que las presiones del gobierno eran insoportables”. Luis no sabe cuáles son esas presiones, bastó la palabra de los dueños de Televen. El gobierno, entonces, debería preguntarle a los dueños de Televen. Así como este personaje de la farándula gubernamental pide las pruebas, qué tal si también pide las pruebas del fulano magnicidio. Pero pareciera que se gobierna frente al espejo.
“La oposición nunca asume responsabilidades de lo que hace en contra del país”, dice Miguel Rodríguez Torres, citado en Veas. Podría leerse exactamente al revés: el gobierno jamás asume ninguna responsabilidad frente a nada.
Maduro, además, acusó que Chataing se fue a los golpes con los dueños de Televen. Todo lo contrario, en el relato que hizo ayer Luis describió una situación de lo más cordial. Y doy fe, porque conozco muy bien a los señores Camero, en especial a don Omar Camero Zamora, señor altamente respetable por quien siento mucha estima, que una situación de violencia como la que plantea el presidente es impensable en estas circunstancias. Pero el presidente pisó su propio peine porque lo confesó textualmente: “Me vinieron con el chisme… ¡Ya déjense de chismes!”
A lo mejor, lo que más le dolió y molestó Maduro es que Vanessa Davies haya manifestado solidaridad con Luis Chataing. Vanessa Davies afirmó que el programa de Chataing “…era un espacio para la disidencia, era un espacio bueno para ver”. Davies, por cierto, tiene un programa en Unión Radio muy interesante, y, como tiene acceso a personalidades del gobierno, a una de estas le invitó para hablar de la situación económica. Cuando el personaje soltó el manido argumento de la “guerra económica”, Vanessa le interrumpió preguntándole: “¿Y hasta cuando le vamos a estar echando la culpa a la oposición de todo lo malo que pasa?”
Sería bueno, de verdad, que en el alto gobierno alguien, por favor, le respondiera a Vanessa.