Entre el show y la locura

   El gran titular en la primera página de Últimas Noticias dice: “No permitirán shows en juicios penales. Vicepresidente del Tribunal Supremo de Justicia rechazó el anunció de la participación del ex Jefe del Gobierno Español en la defensa de Leopoldo López, “debemos garantizar que se realicen con seriedad, quien se salga de esos criterios que se atenga a las consecuencias”, eso lo dice Maikel Moreno.”

  Cuál es el detalle de este titular: Maikel Moreno. Basta repasar un poco su curriculum:

  “Es conocido por haber sido el defensor del ex concejal metropolitano Richard Peñalver, uno de los conocidos pistoleros de Puente Llaguno. Así mismo dictó la orden de privativa de libertad contra Iván Simonovis. En el 2007 fue destituido por la Comisión de Restructuración Judicial, acusado de haber incurrido en error grave e inexcusable al dejar en libertad a unos homicidas. Y fue señalado por el ex magistrado Luis Velázquez Alvaray de estar vinculado con una organización de corrupción judicial conocida como La Banda de los Enanos.”

  Puntos resaltantes, pues, del curriculum vitae del juez Maikel Moreno, el mismo que acusa a Felipe González de procurar un “show” en el juicio de Leopoldo López. Creo que está demás detenernos en el curriculum de Felipe Gonzalez, bastante más conocido, internacionalmente, que el del juez de marras. Pero llama la atención que éste hable de “show”, que todo el acento se ponga en el concepto del “show”.

  ¿Qué es un show? Por ejemplo, gran titular del diario Vea: “En Semana Santa el pueblo firmó contra el decreto. Evidentemente emocionado el presidente Nicolás Maduro informó vía twitter que sobrepasan los 8 millones el número de compatriotas que estamparon su rúbrica contra el decreto de Obama. Por la misma vía reiteró que vamos rumbo a la victoria de la paz.”

  Y me pregunto, ¿no es esto un show? ¿No hay tras todo esto de las firmas una gran estrategia para obviar temas tan delicados como la inflación, la escasez, la crisis de la salud, la crisis de la educación y, sobre todo, los escándalos de corrupción mil millonarios que se han desatado desde el HSBC en Suiza, el Banco de Andorra y el Banco de Madrid?

  Escribía ayer Alberto Barrera, en su artículo en El Nacional: “Enfrentar la crisis socioeconómica recogiendo firmas contra un decreto de Obama, es de alguna manera, instaurar la locura como método de gobierno”

  Llámela locura o llámela show, al final parece que, lamentablemente, son lo mismo.