¿Por dónde comenzar? Son tantas noticias absurdas y disparatadas que… En fin. El absurdo, por ejemplo, en el gran titular del Diario Vea: “Prohíben a empresas fijar precios justos”.Leído esto usted tiene derecho a preguntarse: ¿las empresas deben fijar precios injustos? No. No se trata de eso. Pero la aclaratoria encierra un disparate: “El Vicepresidente Jorge Arreaza profundizó en las nuevas medidas del gobierno tendientes a proteger el salario de los trabajadores y del pueblo en general, y entre estas se prohíbe a los comerciantes rotular los productos con precios justos porque esto será función del ejecutivo”. Como lo destaca El Nacional en su primera página, citando también a Arreaza: “El precio justo no lo determinarán los comerciantes sino el presidente Nicolás Maduro”.
Así procede el gobierno. El gobierno quiere fijar todos los precios de todos los bienes y productos. Como bien apuntó Lila Vanorio, el gobierno fue a Viena a ponerle un precio al petróleo. El Universal en su gran titular: “Venezuela pidió en Viena equilibrio en precios”. Fue a pedir un piso de 88 dólares para el barril de petróleo. Pero desde Viena llega la información: “La OPEP rechaza la propuesta de Venezuela sobre el recorte en la producción del petróleo”. No señor, imposible. El argumento venezolano en boca de Eulogio Del Pino: “El equilibrio del crudo para el mercado es de 88 dólares por barril, en 40 dólares por barril estamos por debajo del equilibrio”.Pero recordemos que cuando se presentó el presupuesto, Maduro anunció que ya el barril estaba en 39 dólares.
Y, hablando de dólares, días atrás leímos un artículo originado en The New York Times, reproducido luego en primera página de La Nación, en Buenos Aires, titulado: “Ni los ladrones quieren bolívares”. Dicho artículo contaba la anécdota de un secuestrado. Él piensa que lo van a llevar a un telecajero para vaciarle la cuenta en bolívares. Pero no, resultó que los secuestradores fueron directamente a buscar los dólares que tenia la víctima en su casa. “Few in Venezuela WantBolívars, but No One Can Spare a Dime”, es el título en ingles del artículo firmado por William Neuman y Patricia Torres.
La cancillería se indigna y hoy El Universal destaca: “El gobierno rechaza el artículo de The New York Times. Pocos en Venezuela quieren bolívares pero nadie puede ahorrar un centavo. El texto difunde delirantes mentiras y anécdotas descontextualizadas sobre la situación económica del país.”
Y ya que hablamos de diarios de afuera, diarios neoyorquinos que se ocupan delo que pasa en Venezuela, Wall Street Journal, con la firma de José deCórdoba y Juan Forero, publica un artículo explosivo. “El gigante Pdvsa y su ex jefe Rafael Ramírez están bajo investigación en Estados Unidos.Las autoridades estadounidenses han puesto en marcha una serie de investigaciones de amplio alcance sobre la posibilidad de que líderes venezolanos hayan usado Pdvsa para saquear miles de millones de dólares del país a través de sobornos y otros ardides, dicen fuentes al tanto. Las investigaciones, realizadas por agencias federales en varias jurisdicciones de Estados Unidos, también tratan de determinar si Pdvsa y sus cuentas bancarias en el extranjero fueron utilizadas para otros fines ilegales, incluidos el manejo de divisas en el mercado negro y el lavado de dinero del narcotráfico, dicen estas personas.
“Ramírez, de 52 años y actual embajador de Venezuela ante las Naciones Unidas, no respondió a llamadas telefónicas y a cuatro cartas detalladas que se le enviaron en busca de comentarios”. Y junto a Ramírez involucran a su primo Diego Salazar.
Ahora esperamos el comunicado de la cancillería desmintiendo también este artículo.