Eran las 3:07 minutos de la tarde cuando en el twitter Nicolás Maduro escribió: “A esta hora todo parece indicar que la extrema derecha a (sic) retomado su plan de golpe eléctrico contra el país. Alerta y activos los venceremos”. El tuit viene escrito con fallas de ortografía. Pero no le pidamos más y pasemos por alto el detalle.
Antes de que el señor Maduro hablase del “golpe eléctrico”, el primero en asomar la posibilidad del sabotaje fue el Ministro de Relaciones Interiores Justicia y Paz, Miguel Rodríguez Torres, quien dijo: “No hay reporte de alteración, el Sebin ha desplegado equipos en el centro occidente del país para realizar las investigaciones correspondientes al hecho. No descartamos elementos de sabotaje para un apagón de esta magnitud.
Ahora, antes de que cualquiera de estos dos hablase de sabotaje, estoy seguro que ya usted había sospechado, no de un sabotaje, pero sí de que el Gobierno lo alegaría como una excusa o una salida. Ahí está todo.
Días atrás hablábamos de la necesidad de este Gobierno de apelar siempre al sabotaje, al magnicidio, al Golpe de Estado. Este Gobierno, sin tener a mano la posibilidad de gritar ¡sabotaje!, pareciera que, sencillamente, no puede gobernar.
Ahora el detalle está en que el apagón de ayer, que dejó a más de medio país sin luz, ocurre cuando todas las instalaciones eléctricas están militarizadas. En El Nacional leo: “El Jefe del CEO de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, General Vladimir Padrino, dijo que los reconocimientos en las instalaciones eléctricas arrojaron total normalidad”. O el General Padrino no está en Venezuela o nos está tomando el pelo. Porque ¿cómo que está en “total normalidad” y más de medio país está apagado?
A ver. Si se acusa de sabotaje y las instalaciones eléctricas están militarizadas, no hay que ser Sherlock Holmes, no hay que ser demasiado perspicaz para concluir que algún militar tiene que estar implicado. Si ellos son los que cuidan las instalaciones, por allí debe estar el primer sospechoso.
Pero los expertos dicen otras cosas. Por ejemplo, en El Universal citan a Miguel Lara: “Todo hace pensar que se excedieron una vez más los límites de la red troncal de transmisión” El propio Gobierno estaba abusando de esto. Y en el diario Tal cual se preguntan: “¿Renunciará a todas estás Jesse Chacón?”. Recordarán que, con un desplante un tanto fanfarrón, Chacón dijo al tomar el cargo: “Si en 100 días son tengo resuelta la crisis eléctrica me voy”. No se ha ido y ayer se apagó más de medio país.
El señor Chacón citado en El Nacional dice: “Una falla en la columna vertebral en el sistema de transmisión provocó la interrupción del servicio en todo centro occidente del país. Comenzamos una investigación para determinar las causas”. Puede ahorrarse la investigación, señor Chacón, porque ya el señor Maduro está seguro de esto fue un “ensayo de golpe eléctrico general”. Porque, además, Maduro está consciente de que no fue la puesta en escena definitiva, sino solo un ensayo.
Ahora, no especulemos, tomemos por cierta la palabra del Gobierno. En efecto fue un sabotaje o “saboteo”, como lo dice, así a lo liceísta, el señor Maduro. Y si en efecto fue un sabotaje, ¿qué quiere decir esto? Al Gobierno le debería dar pena utilizar este argumento. ¿Por qué? Porque al utilizarlo evidencian que son un gobierno ineficiente, completamente ineficaz. Evidencian que son un Gobierno frágil -muy frágil-, cualquiera los sabotea. Son como la casita de los tres cochinitos, pero la de paja, que venía el lobo feroz soplaba y ya se caía. Cualquier soplido y todo se les viene abajo. Evidencian, también, si en efecto es un sabotaje, que son un gobierno acorralado. ¿Acorralado por quién? Pues por ellos mismos, por su impericia, por su ineficacia. Acorralado por esa derecha, que también debe tener lo suyo de marca ACME, porque mira que sabotea y sabotea y no termina de sabotear.
Debería darles pena insistir con el tema del “saboteo”. Debería darles pena porque al alegarlo quedan muy mal. Y se convierte el Gobierno en el hazme reír no solo de los venezolanos sino de todos los países, especialmente los vecinos.
Escribía Jean Maninat días atrás “¡El Magnicidio… ja ja ja!” Ahora sería “¡El saboteo… ja ja ja!”. ¡Por favor! Sean serios y no queden tan evidenciados.
Y ya que de sabotaje hablan, ¿qué tal si piensan en los “bolichicos”? Porque recordarán ustedes que ha venido rodando un escándalo, que curiosamente algunos medios han tratado de frenar, que apunta a que una vez decretada la emergencia eléctrica, empezaron a hacerse cualquier cantidad de chanchullos, compras mil millonarias en dólares sin licitación alguna –“porque estábamos en emergencia”-, y todo esto para poder superar el cuadro crítico, la tal emergencia eléctrica. Según informaciones recientes, estamos hablando de cifras que rondan la bicoca de 20 mil millones de dólares. En todo esto salpica, salta de bulto, el caso de los llamados “bolichicos”.
Señor Chacón, señor Rodríguez Torres, señor Maduro, si tanto insisten en el sabotaje, ¿por qué no investigan, por ejemplo, a los llamados “bolichicos”? Digo yo, aquí sin luz.
Excelente editorial
Doloroso que el pais se caiga a pedazos en manos de la ineptitud e incompetencia de quienes han estado en el gobierno por ya casi 15 anos, y que solo han significado retroceso en todos los ambitos para Venezuela
Cualquier excusa es válida, para tratar de ocultar su manifiesta incapacidad para gobernar, coon eficiencia, uln país.
Como pretenden uds. que una pandilla pueda administar bien un País, en que cabeza cabe? esta pandilla solo vino a robar. Ojalá hubiera sido todo, robar nada más, es que estan destruyendo y dejando que todo se deteriore. Son ellos los que estan saboteando al Pais entero.