El General de Brigada de la Guardia Nacional Bolivariana, Carlos Alfredo Pérez Ampueda, en la actualidad Director de la Policía Nacional Bolivariana, en una intervención de escasos segundos en el día de ayer, miércoles 10 de mayo, marcó una diferencia importante en el acontecer político que mantiene en zozobra a todos los venezolanos. Mientras la voz oficial –Maduro, Padrino, Reverol, Cabello- afirma que las autoridades (GNB y PNB) no hacen sino controlar manifestaciones violentas de la oposición, el general Pérez Ampueda, en pleno centro de los acontecimientos, hablándole directamente a los manifestantes, dijo exactamente lo contrario: ustedes son pacíficos, los violentos son esos “vagabundos”, en clara alusión a los motorizados paramilitares –o colectivos- que, armados con pistolas automáticas, ayer atacaron a balazos a esa manifestación pacífica. El escenario fue en La Candelaria, Caracas, y el video se hizo viral. (Video Cortesía de El Nacional)
La información gráfica la completa El Nacional que, en su edición de hoy, publica fotos de dichos colectivos armados, y a uno de los motorizados se le distinguen las siglas de MIJ (Ministerio de Interior y Justicia) a la espalda del chaleco antibalas.
Grave todo esto. Un importante general de la GNB, visiblemente alterado, en el fragor y confusión que supone una violenta situación de calle, contradice la línea del régimen, y los documentos gráficos que corren por las redes y que se ven en la prensa nacional, ponen en situación comprometida al despacho que dirige otro general de la GNB, Néstor Reverol, Ministro de Interior, Justicia y Paz.
Ayer fallecieron dos personas más. Anderson Dugarte, mototaxista de 32 años que fue herido por arma de fuego en la cabeza el pasado lunes, en Mérida. Y Miguel Castillo, comunicador social recién graduado en la Universidad Santa María de Caracas, de apenas 27 años, que falleció en Las Mercedes con una herida intercostal producida, según reportes médicos y de los testigos que le pudieron auxiliar, por una metra. Pero para el General Reverol, sin embargo, la muerte fue producida por una herida de bala. Se repite, así, el mismo patrón dado en las muertes anteriores. Cañizales y Pernalete, por ejemplo, según las autoridades del régimen, murieron por causas distintas a las que oportunamente informaron médicos y testigos presenciales.
¿Por qué se da esta discrepancia? ¿Qué se quiere ocultar? ¿A quién se pretende proteger y a quién condenar?
Otro video de los sucesos de ayer, que también se divulgó profusamente en las redes sociales, nos muestra lo ocurrido con una tanqueta de la Guardia Nacional en la Autopista Francisco Fajardo.
Las tanquetas, que supuestamente están para disuadir, para controlar el orden público, en este caso se utilizan como arma de agresión letal. La tanqueta no se detiene conteniendo o bloqueando el paso de los manifestantes. La tanqueta ataca. Quien la conduce la acelera para embestirla peligrosamente contra los ciudadanos que manifiestan. Y grita el guardia desde el interior del vehículo: “¡Te voy a atropellar! ¡Maldito, coño de tu madre!”
Por lo que muestra este video, cabe sospechar que las personas arrolladas, atropelladas en las últimas manifestaciones –en Caracas y en Guárico-, quizá no fueron víctimas de accidentes, como las mismas autoridades han querido hacer ver.
Con razón los obispos han calificado esta represión como “inhumana”. ¿Con qué tipo de gente nos hemos topado? ¿De dónde salieron? ¿Por qué tanto odio? ¿Por qué tanto horror?