A propósito del regreso del Presidente al país, ayer nos hacíamos varias preguntas. Preguntas que por lo visto van a quedar en el aire y tardarán mucho en responderse. Una de las preguntas tenía que ver con el tema de este limbo constitucional en el que vivimos. ¿Se juramenta o no se juramenta el Presidente?
Aristóbulo Istúriz en una, digamos, poco feliz rueda de prensa en el día de ayer, dijo esta frase que hoy constituye el gran titular de primera página de El Nacional: “Chávez se juramentará cuando este bueno y sano”. Leído esto, entendemos que no está ni bueno ni está sano.
Entonces la pregunta es obvia: ¿Cómo está el Presidente?
Cuando uno ve las fotos de euforia de sus seguidores, la euforia que desató y divulgó el Gobierno Nacional, asume que el regreso del Presidente supone ya la victoria sobre el mal, quiero decir, sobre la enfermedad. Y eso es lo que se ha tratado de vender. El Presidente ya se recupera, tan recuperado está que ha podido regresar al país, y al regresar ya derrotó el cáncer. Eso es más o menos el mensaje que tácitamente se está impartiendo.
Pero al lado de esto viene esa otra afirmación que ya comentábamos: “Chávez se juramentará cuando este bueno y sano”. Lo cual, por supuesto, dispara las dudas.
Ayer ya lo pedíamos: ¿será posible ahora tener una junta médica de verdad? ¿Será posible que el Tribunal Supremo de Justicia vaya con unos médicos que evalúen y le informen al país del estado del Presidente?
Eso, por lo visto, no se va a dar. Y no se va a dar porque, por alguna extraña razón, el Gobierno intenta mantener el misterio, el secretismo. Algo grave ocultan, cuando no lo sueltan a la luz pública. De hecho, a estas alturas todavía nadie ha visto el Presidente. Hay una enfermera que dice le vio entrar caminando. ¿Y si fue así por qué no lo grabaron? ¿Si entró caminando por qué no se asomó por lo menos un segundo ante un balcón, él que tanto gustaba de los balcones?
De manera que hay demasiadas preguntas y demasiado misterio todavía en torno al regreso del Presidente. Y el limbo político, el limbo constitucional permanece allí, intacto. Por lo pronto, el Vicepresidente Ejecutivo ha dicho, en Consejo de Ministros anoche, que para hoy vienen medidas fuertes. Y ya él había advertido, días atrás, que esperaba contar con el apoyo y solidaridad del pueblo cuando viniesen las medidas. Y más de uno sospechó: ¡ah, caramba, entonces como que sí viene el aumento de la gasolina!
Los rumores corren y algunos analistas ya han asomado algunas posibilidades. En nuestro foro de ayer en el programa de radio por el Circuito Éxitos, por ejemplo, Víctor Salmerón dijo: “si uno escucha bien a Giordani puede deducir que vendrá un aumento en el IVA, que puede venir de nuevo el Impuesto al Débito Bancario y tantas otras medidas”. Maduro, mientras, insiste en que vienen las medidas contra los especuladores, que, según él, son el problema. Ya veremos por dónde disparan.
En resumen, muchas preguntas, ninguna respuesta, y un inmenso pantano de incertidumbre.