La noticia del día, al menos para los diarios oficialistas, y dado que los diarios oficialistas, los que abiertamente lo son y los que un poco más veladamente también son, son mayoría, entonces la noticia del día que más se reitera en grandes titulares de primera página tiene que ver hoy con la reunión de Unasur. El Correo del Orinoco, La Artillería del Pensamiento: “Cancilleres de Unasur analizarán hoy la situación de Venezuela. Participarán ministros de Brasil, Colombia y Ecuador”. Vea: “Los ministros de Relaciones Exteriores de los países integrantes de la Unión de Naciones Suramericanas sostendrán hoy una reunión en Montevideo, Uruguay, a petición del presidente Nicolás Maduro, a fin de tratar las amenazas de Estados Unidos contra Venezuela que se han venido acentuando” En la misma tónica, por supuesto, El Universal: “Unasur se instala hoy en Montevideo para abogar por Venezuela. Los Cancilleres de la unión y su Secretario General, Ernesto Samper, a solicitud del gobierno de Nicolás Maduro, se encuentran en la capital uruguaya para “proteger” a Venezuela y preservar la paz y el desarrollo de la nación, según comunicado emanado de Quito.”
Este fin de semana el presidente Maduro hizo de nuevo una cadena de radio y televisión. En los jardines internos del Palacio de Miraflores habló de la terrible amenaza que se nos venía encima (o mejor dicho, a su gobierno) por parte de Estados Unidos. Se refirió al informe Estrategia de Seguridad Nacional, documento que circula y se ha dado a conocer allá en Washington. Según la lectura de Nicolás Maduro, este documento plantea una amenaza directa. ¿Por qué? Citó varias frases: “Los gringos dicen que en Venezuela peligra la democracia”. Acotó que esto es muy peligroso: “Esto es muy peligroso que usted lo haya incluido presidente Obama (en el informe en cuestión) porque se está dejando engañar por informes manipulados”.
Maduro insiste en que Obama es algo parecido a un pelele, que es engañado por los que están más cerca de él, engañado, inclusive, por su vicepresidente Joe Biden. Recordarán que Maduro ya le había dicho a Obama: “Joe Biden está haciendo un golpe de estado en mi contra a sus espaldas”; algo así como voltéese señor Obama para que vea. En eso volvió a insistir en la dramática cadena de este fin de semana.
También mencionó que, según el informe, los gringos esperan que recrudezcan las manifestaciones violentas en Caracas. Dice Maduro: “Cuando un documento de estos dice eso, es una orden directa para que se enloquezcan los grupos radicales violentos y se lancen a derrocar el gobierno”. Comparó esto con la salida del presidente chileno Salvador Allende derrocado por Augusto Pinochet. Dijo: “Otro Pinochet, eso no va a suceder en Venezuela. Primero porque lo vamos a impedir los venezolanos y porque además ahora tenemos la Unasur y la Celac”. Y ahí es donde hizo este llamado terrible, dramático. Y uno se pregunta, si lo que está planteado es una invasión –cosa que no sabemos porque todavía no lo termina de definir el señor Maduro-, ¿cuál es la ayuda que va a dar Unasur? ¿Militar? ¿Política? ¿Diplomática? ¿Qué pueden hacer la Celac y Unasur ante las denuncias del señor Maduro?
Por lo pronto, vio con mucho temor la aplicación de la Carta Democrática: “Tiene un solo sentido estratégico (el informe) amenazarnos con la Carta Interamericana, con la intervención. Denuncio esta nueva agresión y rechazo el documento intervencionista y ratifico mi llamado de urgencia a los gobiernos y pueblos de América Latina, la Celac y Unasur para apoyar al pueblo y al gobierno de Venezuela en el rechazo a la conspiración.”
Finalizó, de manera muy curiosa, insistiendo en otro asunto: “Le voy a enviar una carta a Obama”. Todavía, pues, no la ha enviado.
Ahora bien, mientras el presidente decía eso el fin de semana, ayer, en el programa de Rangel, Diosdado Cabello amenazó a medio mundo: amenazó con poner presos a alcaldes por corrupción, amenazó con ir hasta las últimas consecuencias contra Tal Cual, El Nacional y La Patilla. Y soltó una frase que no deja de llamarnos la atención. Dice Cabello -leo en el oficialista Vea-: “La Casablanca no juega. Cabello pide no desestimar amenazas de Estados unidos. El jefe de inteligencia Vincent Stewart anticipa un golpe, no están muy seguros de ganar elecciones o están desesperados, porque si estuvieran seguros del triunfo para qué hablan de golpe.”
Pero quien habla de golpe es el gobierno. Sólo los altos personeros del régimen hablan del golpe. Con relación a esto, esa insistencia en el golpe, ayer El Nacional publicó un brillante artículo de Alberto Barrera Tyszka, “El cielo de los golpistas”. De allí esta cita: “(…) Cuando Nicolás Maduro afirma esta semana que “el 4F está vigente en su espíritu de rebelión contra la oligarquía”, quizás de manera involuntaria produce un cortocircuito en más de un compañero dentro y fuera de la FANB. Tal vez, alguno de los astutos patriotas cooperantes que alimentan diariamente al camarada Cabello pudiera sospechar que el presidente está haciendo un llamado subliminal para que le den un golpe.”
Buen punto, antes del amanecer la noche es mas oscura,
La verdad que el golpe es al bolsillo de cada uno de los venezolanos no hay otro..