“Crónica de una muerte anunciada” es la novela de Gabriel García Márquez. Se basa en un hecho real y como narra un crimen, García Márquez quiso evitar que los lectores entrasen por la página final para descubrir al asesino. Así que colocó la muerte de Santiago Nasar en el primer párrafo del libro, con lo que le amarraba la curiosidad al lector que se disponía a leerlo. El detalle, lo que la convierte en una gran novela, es que narra una historia que todos conocen. Sin embargo, el talento, el genio de García Márquez hace que sea una novela apasionante, novedosa, inesperada. Me echan un cuento que ya conozco pero lo hacen de tal manera que me cautiva y no me lo puedo perder.
Algo parecido -por supuesto, no se trata de muerte ni mucho menos, Dios no quiera- va a ocurrir hoy en Maracaibo. En Maracaibo tenemos, desde ya, la crónica de una gigantesca situación que promete caos, enfrentamiento policial, desconcierto político y mucho de show. Casi como aquella orquídea que repartía Sábado Sensacional exactamente en la misma ciudad. Hoy llega Manuel Rosales.
¿A qué viene Rosales?
Ayer se lo preguntamos a Enrique Márquez, Presidente de Un Nuevo Tiempo, y respondió que Rosales “viene a enfrentar la crisis venezolana”, tal y como lo citan hoy en El Nuevo País. ¿Por qué ahora y no seis años atrás? Porque ya tiene seis años de exilio Manuel Rosales. Exilio que él ha definido: “Estar en el exilio es como estar en una cárcel grande”. Márquez plantea: “Puede generarse algún inconveniente con la llegada de Rosales, sí, pero serán los tribunales los que establezcan los mecanismos para su presentación ante la ley. Su aprehensión no es necesaria, él está volviendo al país para presentarse.”
Pero ya Luisa Ortega Díaz ha dejado ver que por un lado aterriza, pisa tierra venezolana, y por el otro va preso. Como se dice en el habla malandra, le ponen los ganchos.
Eso huele a show de parte y parte. ¿A qué viene Rosales? ¿Qué está esperando el gobierno de esta “visita”? Han corrido rumores señalando que es un viaje acordado. Ha habido videos, extractos de unas declaraciones de Evelyn Trejo, algún otro dirigente que ha denunciado que todo esto fue acordado en los más altos niveles del chavismo. En fin…
Pero, en todo caso, el asunto del regreso se presta a suspicacias. Sospecho que hoy no tendremos el talento de García Márquez en el montaje de lo que ocurrirá en Maracaibo. Quizá no se logre mantener el suspenso. Quizá muy rápido se vean gruesas las costuras. Quizá no sea más que un deshilachado trapo rojo para torearnos unas cuantas cosas.
Realmente éste regreso de Rosales no tiene para nosotros ciudadanos comunes una explicación lógica.