Las más emblemáticas plazas de la ciudad de Caracas y de otras ciudades del país amanecen teñidas de rojo. La consigna: “Este gobierno es fuente de violencia”.
La violencia continúa, las cifras de muertos, de asesinatos, no descienden. Pero también es fuente de incertidumbre. Este Gobierno también es fuente de severos problemas económicos. Por ejemplo, tenemos esta devaluación disfrazada que fue anunciada por el señor Giordani, el señor Merentes y el señor Ramírez antier. Y tenemos las secuelas que va a traer esto.
Hoy hay diarios que insisten en dedicar a esto sus grandes titulares. Por ejemplo, La Verdad, en Maracaibo: “Entre 7 y 10 bolívares costará el ‘otro dólar’”. Los economistas auguran tres tipos de cambio: el de Cadivi, el del Sicad y el del mercado paralelo.
Porque lo que nadie duda es que el paralelo continuará allí, intacto, vivito y coleando. El gran titular de El Mundo apunta allí: “Devaluación vía subastas no apagará la sed de dólares”. El país intenta asimilar el impacto futuro del nuevo tipo de cambio oficial por encima de Bs. 6,30, un esquema que elevará los precios y ayudará al Fisco. Economistas y empresarios dudan que la estrategia logre abatir el mercado negro. El comercio y los consumidores finales están entre los grandes relegados.
Críticas por todas partes. Críticas porque ha sido una medida absurda, y, como decíamos ayer, el Gobierno de Maduro se ha lanzado ya dos devaluaciones en poco más de un mes. Pero las criticas no solo vienen de lo que podríamos definir como sectores opositores, también vienen del chavismo. Gran titular en El Nacional: “Las Pymes piden al Gobierno que les faciliten divisas”. Miguel Pérez Abad, -que como saben es un dirigente chavista-, asegura que de las 3.600 pequeñas y medianas industrias más del 40% requiere comprar en el exterior materias primas y para ello acudían al Sitme.
Ahora no tienen el Sitme, y no lo tienen porque, según Giordani, eso era un gran parapeto para alentar la corrupción, las empresas chatarras y de maletín. Como bien lo definió José Guerra ayer en el foro que hicimos en nuestro programa de radio por el Circuito Éxitos, para Giordani todos los venezolanos son deshonestos y corruptos, exceptuándolo a él, por supuesto. Terminó entonces el Sitme y ahora Pérez Abad, a nombre de las pequeñas y medianas empresas nos dice: “Los inventarios alcanzan para 60 días”. Y todo empieza a apuntar a que tendremos una escasez cada vez mayor.
Leo en El Nacional: “Prevén que con el Sicad continuará la escasez”. Se teme por las reservas. Los bancos internacionales reaccionaron ante el anuncio de la creación del Sistema Complementario de Administración de Divisas (Sicad) el cual calificaron de pragmático. Consideran que este nuevo mecanismo no contribuirá a reducir la escasez de productos, sino más bien se profundizará la recesión económica.
Mientras, ¿qué hace el Gobierno? Eludir el verdadero problema y lanzar cortinas de humo. Por ahí lanzaron una noticia, como si fuera algo muy importante. Algunos diarios se hacen eco, por ejemplo Ultimas Noticias: “Congelan dialogo con Estados Unidos”. Suspendido por orden de Maduro”. El Diario Vea, por supuesto, lo reseña: “Venezuela suspende canal de comunicación con Estados Unidos”. Esto, todavía protestando por las declaraciones de la señora Jacobson. Esto no tiene creo que tiene mayor trascendencia. Total, ¿qué tanto había adelantado en el diálogo allá en Washington Roy Chaderton? En definitiva, las actividades consulares continúan, y, sobre todo, continúa la venta de petróleo al único cliente que realmente paga -“chinchín”- cuando le damos la mercancía.
Así las cosas.