Noticia del día como tal no hay. Fue un fin de semana algo lento, donde lo más importante fue la celebración de José Gregorio Hernández a 150 años de su natalicio. Pero no es noticia que se hayan llenado las iglesias, en especial La Candelaria en Caracas, donde están sus restos, y peregrinaciones en Isnotú, su lugar de nacimiento. No es noticia porque el fervor que despierta José Gregorio es legitimo, es multitudinario y es de siempre.
Por otra parte, los diarios se ocupan en destacar la victoria por muy pequeño margen de Dilma Rouseff. Pero no es una noticia fundamental, sobre todo porque era lo que se esperaba, amén de que ocurrió más allá de nuestras fronteras.
Con relación a nuestro país hay noticias que, por ejemplo, tienen indignados a los anzoatiguenses. El Tiempo, en Puerto la Cruz: “Aplican corte de luz en Anzoátegui para evitar fallas en otras regiones”. Y, con todo derecho, los de Anzoátegui dirán: ¿por qué nosotros somos menos que los demás? O el gran titular de El Nacional: “Caída de precios del crudo profundizará la crisis y obligará a un ajuste fiscal. Dejarán de ingresar 11 mil millones de dólares.” También lo sabíamos: esto se va a poner peor cada día.
Pero, ¿qué ocurre? El gran titular del diario Vea dice: “Modelo policial creado por la revolución bolivariana respeta el derecho a la vida”, lo afirma Fredy Bernal. Es decir, reconoce, en primer lugar, que hay un modelo policial de la revolución, distinto a los que existían antes, cuando nosotros tenemos ya muchas décadas de vida republicana, sobre todo en los tiempos de la democracia, con Códigos y Leyes donde se establece el respeto a los Derechos Humanos, fundamentado en la Constitución del 99 que ahondó en las normativas de la del 61. Pero ahora Fredy Bernal nos dice que hay un modelo policial que respeta el derecho a la vida y que, según su criterio, es privativo de la revolución. Esto es curioso porque se contraresta con el gran titular de Versión Final, en Maracaibo, atribuido a José Vicente Rangel: “El CICPC tortura. El periodista dijo que se determinó el ajusticiamiento de los miembros del Colectivo 5 de Marzo. En el organismo impera la anarquía, señaló que en el seno del cuerpo vienen operando factores oscuros que actúan al margen de la ley, y asomó más cambios en las próximas horas.”
Aquí sí tenemos, entonces, algo medular. El pasado viernes, sobre el mediodía, una noticia corrió rápido y sorprendió a todos, a propios y extraños: destituyeron a Rodriguez Torres.
Los colectivos le habían dado una suerte de ultimátum nada menos que a Nicolás Maduro. Habían amenazado con una marcha el día jueves, pero luego dijeron que por razones de seguridad se suspendía la marcha. Aparentemente, los colectivos la suspendieron poniendo condiciones por delante. Y entre estas condiciones estaba la salida de Rodríguez Torres. En efecto, al día siguiente salió el muy importante ministro general.
¿Por qué sale Rodríguez Torres? Todavia, a la fecha de hoy, no se sabe a ciencia cierta el por qué. El editorial de Tal Cual esta mañana va directamente a este punto. Firmado por Fernando Rodrìguez destaca “todos los cabos sin atar que quedan en el aire en este momento”. Y cita un tuit del llamado Colectivo 5 de marzo, que, a su vez, fue citado previamente por El Nacional: “Logramos parte de la victoria, todavía falta mucho, Rodríguez Torres preso y Diosdado fuera del gobierno”.
Si los colectivos tienen tanto peso y tanto poder, ¿cómo quedan los militares? ¿El dilema para Maduro era elegir, decidir entre colectivos o militares? Y si, en efecto, ese era el dilema, ¿por qué optó por lo primero y no por lo segundo? Allí es donde está la verdadera noticia, la verdadera incertidumbre.
En el mientras tanto, citado en el diario Vea -el diario oficial- Ernesto Villegas dice: “Sabemos que 2015 es el año de la superación de dificultades”. Uno no sabe si reírse ante semejante sentencia. “José Vicente Rangel ratifica que la oposición está dividida”. Y hay otra noticia muy importante para el gobierno en su diario oficial: “Maduro felicitó a Evo Morales por su cumpleaños”.
Por supuesto, ni una palabra de colectivos, ni de militares, ni de Rodríguez Torres.
