El monstruo incontrolable

Hubo un tiempo en que eran el auténtico orgullo de la revolución. Servían para todo. Estos grupos conocidos como “colectivos” pasaron a ser la vanguardia, la fuerza de choque de la revolución. Pero empezaron a crecer demasiado. Empezaron como a inflarse, como abombarse, a engordar. Y un día sucedió lo que tantos habían advertido: se les fueron de las manos al gobierno.

Lo que estamos viviendo en estos días evidencia que los colectivos andan ya por su cuenta y riesgo.

Las principales acusaciones -consignas- de los colectivos no son contra el enemigo tradicional de la revolución, es decir los contrarevolucionarios de la derecha. No. El adversario de los colectivos ya no está en la oposición, está en el gobierno.

Leo la reseña que firman Angélica Lugo y Dalila Itriago, en El Nacional:

Mientras los cuerpos de los dos miembros de colectivos eran velados sus allegados gritaron consignas contra el ministro de Relaciones Interiores, Justicia y Paz, Miguel Rodríguez Torres, y del director del Cicpc, comisario José Gregorio Sierralta.

Richard Sánchez, hermano de Odreman, hizo llamado al presidente Nicolás Maduro: “Pedimos al presidente que haga un cruce de llamadas. La última llamada que hizo mi hermano fue al director del Cicpc para pedirle que retirara las comisiones de sus funcionarios. Soy policía y revisé a mi hermano y a Maikol en la Sipol y ninguno de los dos tiene solicitud por homicidios. La verdad va a salir adelante. Delincuentes fueron los policías que con armas del Estado los mataron.

Fíjense ustedes lo que revela esta confesión de Richard Sánchez. El jefe del colectivo llama al Jefe de la policía cientifica para pedirle que retire sus comisiones; es decir, lo trata como de autoridad a autoridad, de institución a institución. La institución es el CICPC, ahí es donde está la autoridad, si en efecto tenemos un estado derecho con sus instituciones funcionando cabalmente. Más como no es así, como la revolución hizo de la anomia su bandera en ese afán de destruirlo todo, pues entonces el jefe de un colectivo puede tratarse de tú a tú, de igual a igual, con el jefe de una institución armada y darle órdenes. Con un detallazo: el jefe del colectivo quizá tenga armas armas que el jefe de la policía.

Ayer sepultaron a sus compañeros. Tomaron la ciudad. No sé cuantas motos juntas roncando sus motores y exhibiendo sus armas intimidan y atemorizan a toda la población. Y lo peor, como dicen, parece que intimidan ya también al mismísimo gobierno.

En El Impulso de Barquisimeto, el doctor Pedro Troconis dice: “Los colectivos son el inicio de una guerrilla urbana. Al gobierno se le está revirtiendo la situación y ya no puede controlar a estos grupos. El doctor Troconis, miembro del Foro Penal venezolano, explicó que estos grupos de personas unidas para cometer actos delictivos y actos violentos, no cuentan con preparación militar pero sí con armamento que les fue proporcionado por el gobierno nacional para defender un ideal político”.

Henrique Capriles también se manifiesta al respecto: “El gobierno armó a estos grupos paramilitares que actúan impunemente y ahora no pueden desarmarlos. Sobre esto no dicen nada, el gobierno guarda un silencio absoluto. Ahora quieren responsabilizar a personas que nada tienen que ver con esto (en el sentido de las acusaciones sobre el asesinato de Serra). Lo que vimos es una pelea a cuchillo entre ellos mismos. Lo que vimos en el Municipio Libertador es algo realmente grave que requiere de un Ejecutivo que sea efectivo en los planes que ofrece. ¿Dónde está el desarme de los grupos paramilitares que tanto se ha denunciado? Ellos actúan impunemente, el objetivo de este gobierno es ocultar lo que pasa, por eso presiona a los medios de comunicación para que no informe lo que realmente esta pasando en las calles de nuestro país.”

Crearon su monstruo y el monstruo ahora empieza a devorárselos. Ante ello, los venezolanos quedamos impotentes y desarmados.

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