Con el cogote erizado

Henrique Capriles dice: “El gobierno no quiere rectificar”. Y es difícil que el gobierno pueda y quiera rectificar, sobre todo en materia económica. A lo largo de la semana hemos visto dos reacciones muy interesantes y muy duras de prominentes pensadores dentro del chavismo, inclusive dentro del llamado socialismo del siglo XXI:l venezolano Felipe Pérez Martí y el mexicano Heinz Dietrich. Ambos han exigido al gobierno rectificar. Dietrich, inclusive, ha criticado de manera terrible a los ministros incapaces.

Es muy difícil cambiar, rectificar, si hay un convencimiento de orden ideológico y si hay, además, una clara limitación profesional, intelectual que no permite ir más allá.

El gabinete tiene gente joven muy poco preparada; quiero decir, el problema no es su juventud, porque hemos tenido ministros muy jóvenes a lo largo de nuestro período democrático. Me vienen a la memoria José Curiel en los tiempos del primer gobierno de Rafael Caldera o Roberto Smith en el segundo gobierno de Carlos Andrés Pérez, que estaban en la veintena apenas, pero eran profesionales altamente preparados y calificados. Hoy por hoy, sin embargo, hay situaciones que dan pena.

En El Nacional leo las declaraciones del Ministro de la Juventud, Héctor Rodríguez: “La migración de jóvenes venezolanos es un mito”. El Ministro de la Juventud sostiene que la cantidad de personas que se marchan al exterior no supera la de otros países de América Latina. ¿Tiene encuestas él? ¿Tiene alguna estadística que lo pruebe? No. Afirma que la mayoría de los que se van a estudiar regresan. ¿Tiene encuestas? ¿Los ha conocido? ¿Puede dar casos? No. Y él mismo se tacha, se descarta, porque la final de la declaración dice: No obstante harán una encuesta para determinar la realidad del fenómeno. Es decir, todo lo anterior que dijo el Ministro Héctor Rodríguez es especulación, es gamelote.

Otro ejemplo: diario El Universal, gran titular de primera página: “Banco Central de Venezuela lanza normas para secar la liquidez que ha crecido 71% en el año” El vicepresidente Jorge Arreaza -¿Alguien conoce los meritos profesionales, académicos del joven Arreaza?- señaló que: factores económicos nos han inyectado liquidez deliberadamente a la economía a fin de generar presiones que sirvan como arma de la supuesta guerra económica que adelantan los empresarios contra el país.

Me estoy sospechando que el Ministro Arreaza cree que  cuando se habla de liquidez esta se inyecta en una jeringa que, obviamente, está en manos de un empresario malvado. Mayor disparate, imposible.

A todas estas el señor Maduro prefiere ocuparse de otros asuntos. Llama la atención que el gran titular en esta mañana del Diario Vea sea algo tan trascendental como esto: “Presidente Maduro rindió homenaje al cantor de la revolución Alí Primera”.

Es el mismo hombre que ya había visto y anunciado al país (cosa que aquí no tuvo mucho impacto, pero sí en el exterior, donde volvimos a convertirnos en objeto de burla) que había aparecido el rostro de Chávez en las excavaciones del metro. Y así como apareció, desapareció; y “se le erizaba el cogote” según propia confesión.

Para remate, ayer Maduro volvió a acusar un nuevo ataque de la oligarquía parasitaria en conchupancia con el Imperio, esta vez por el tweeter: denunció que la empresa que la maneja le restó (tumbó) cerca de 7.000 seguidores. La Ministra de Información, Daicy Rodríguez –hermana del Alcalde Jorge Rodríguez- dijo: “Esto es alarmante. Estamos haciendo los reclamos a esta empresa. Exigimos una explicación”.

Y en el colmo de la indignación Maduro remató: “Llueva, truene o relampaguee, el 8 de diciembre hay elecciones en Venezuela, apátridas de derecha, hipócritas, fariseos. ¡Prepárense! ¡Hay elecciones el 8-D así tumben todas las cuentas que quieran tumbar de twiter, de retwiter y de recontratwiter!

En fin…