“Con el permiso de ustedes me voy a quitar el casco, se me está fundiendo lo poco de cerebro que me queda. –Viene una pausa. Una pausa larga, incómoda. En el video vemos a obreros con cascos y camisas rojas que ríen con cierto desconcierto. La cámara, entonces, enfoca al presidente que, tras la pausa, parece haber superado el desconcierto que le dejó su desafortunada ocurrencia-. Maduro reconoció que le queda poco cerebro, van a declarar los tipos porque no tienen más nada qué decir”. Y ríe haciendo ver que se trata de un chiste.
La pausa es importante. El presidente parece que habla sin pensar. Suelta espontáneamente esa frase que quizá podría tomarse como una humorada, pero que, sin duda, es una humorada peligrosa por lo que revela: se le está fundiendo el poco cerebro que le queda. ¡Ups qué he dicho!, habrá pensado el presidente durante la pausa. Para resolver luego con el mal chiste.
Lo curioso es que pareciera, tal vez por la fundición que menciona o porque, en efecto, no tiene más nada que decir, que las estrategias se agotan y tiene que regresar a las que manejó, sin éxito, en los primeros meses de este año. El Nuevo País lo señala: “Maduro desempolva pote de humo gringo. Con Juan Manuel Santos y Lorenzo Mendoza olvidados de momento, el Presidente le busca pleito nuevamente a Obama y dijo que lo demandará por el decreto anunciado en marzo.” Vea, el diario oficialista, lo corrobora: “Venezuela demandará el decreto de Obama”.
Lo cierto es que, por falta de ideas o por cerebros fundidos, o por ambas cosas a la vez, el discurso presidencial se ha vuelto más temerario, insultante y amenazador. Evidenciando, de paso, mucho temor, susto e inseguridad.
Leo en Tal Cual: “En el escenario hipotético negado, según el presidente Maduro, de que la oposición llegara a ganar las elecciones parlamentarias el próximo 6 de diciembre, él asegura no entregaría la revolución sino que pasaría a gobernar con el pueblo y en unión cívico militar”. La afirmación la hizo en una entrevista que le concedió a los medios regionales en su visita al estado Lara y que fue transmitida por las cámaras de VTV, allí aseguró que bajo ese escenario gobernaría con el pueblo, siempre con el pueblo y en unión cívico militar y que con la constitución en la mano echará adelante la independencia de Venezuela, cueste lo que cueste. Según Maduro, si se diera ese escenario, “negado y transmutado”, Venezuela entraría en una de las más turbias y conmovedoras etapas de su vida política y nosotros defenderíamos la revolución, no entregaríamos la revolución, y la revolución pasaría a una nueva etapa. Quien tenga oídos que entienda, el que tenga ojos que vea clara la historia, la revolución no va a ser entregada jamás.”
En este contexto, hablar de unión cívico militar tiene una única connotación. ¿Será cierto que se está fundiendo lo poco que queda?