Hoy el diario El Nacional, en su titular de primera página, nos destaca que: “Chávez violó 217 veces la Ley Electoral”. Esta violación se ha dado en siete días. Esta es una cuenta que saca el Instituto de Investigación de la Comunicación de la UCAB, entre el 1° y el 7 de julio.
A propósito de las violaciones, el Presidente de la República fue el día sábado a un acto militar y volvió a vestirse de un uniforme. El Presidente se había cuidado de no vestirse de militar, para no aparecer como militar activo. Sí él es militar activo, no puede ser candidato presidencial, violaría la Constitución. Pero, quizás presionado por la campaña del candidato Capriles, quien, evidentemente, le está marcando el paso al candidato Presidente, éste se vio en la obligación de vestir otra vez el uniforme militar, en un acto militar. Él dijo, “no voy a hacer campaña”, pero impuso una cadena y, vestido con su uniforme, hizo abierta campaña política.
¿Qué dijo el Presidente? Recordemos estas palabras:
“…Contra su liderazgo, y eso va a continuar, de distintas maneras, por eso, ante los ataques burgueses y del candidato burgués, del candidato del imperio Yankee, rodilla en tierra a la Fuerza Armada, cuadro cerrado, bayoneta calada, como un solo hombre, una sola mujer, firmes en el cumplimiento de nuestro deber…”
¿Cuál es el deber de la Fuerza Armada, según esto que le acabamos de escuchar al Presidente? ¿Atacar a la población que no está de acuerdo con él y con su revolución?
Ese “rodilla en tierra”, ese grito de guerra, evidentemente, es para atacar, por ejemplo, a la multitud que ayer estuvo acompañando a Capriles en el oeste de la ciudad de Caracas.
El Presidente dice, “nos odian”.
Ayer, Alberto Barrera Tyszka, en su columna en “Siete días” de El Nacional, -una columna altamente recomendable-, bajo el título “El Golpe permanente” planteaba lo siguiente: “…Imaginemos por un momento lo contrario: el otro candidato está en un estadio lleno de ciudadanos – el otro candidato sería Capriles– y dice: ‘Los militares nos odian. Nos desprecian. Yo los he oído. Para insultarse entre ellos usan la palabra civil. Siempre han querido humillarnos’. Ese discurso sería una gran irresponsabilidad- acota Barrera-. No solo porque lo que dice es falso sino porque, además, instala el clima afectivo para la solución violenta de las diferencias. Decreta que los golpes son una forma posible de negociación”.
A eso es a lo que está incitando el ciudadano Presidente de la República. La Fuerza Armada es de todos los venezolanos, no es sólo de él, como se ufana al decir, “mi Fuerza Armada”. No, no es suya, señor Presidente, es de “todos” los venezolanos.
Alertó también el Presidente que vendría una cacería de brujas, de ganar la oposición. ¿Cacería de brujas en las Fuerzas Armadas? ¿A qué le temen esas brujas que, eventualmente, serían cazadas?
Como decíamos, por lo visto, Capriles es el que le está marcando el paso al Presidente de la República. El Presidente ahora lo que hace es reaccionar a las palabras y al discurso de Capriles.
Y mientras el Presidente se rodea de militares y sólo de militares, Capriles se está llenando de multitudes. La marcha de ayer, en el oeste de la ciudad, fue harto elocuente en este sentido.