No podía ser otro. ¿Quién más? El rival era Mike Trout, que obtuvo sólo 6 votos, contra 22 que obtuvo Miguel Cabrera. Novatos del año hay todos los años y, ciertamente, Trout tiene un porvenir extraordinario, una carrera que apenas empieza, pero Miguel –cuya carrera también está muy joven, apenas tiene 29 años– logró la triple corona luego de 45 años.
En esta temporada de 2012 se retiró, después de una brillante carrera en las grandes ligas, Omar Vizquel; dijo adiós a los 45 años. Es decir, cuando Vizquel nacía, Cal Yastrzemski, de los Medias Rojas de Boston, se convertía en el último triple coronado de la historia del beisbol. ¡Hasta que llegó el de Maracay! Miguelito Cabrera, quien logró de nuevo la hazaña.
¡Ha sido una temporada tan brillante! El Universal hoy, que le dedica su gran titular de primera página, enumera los logros de Miguel: Mejor Tigre del año, premio Hank Aaron al mejor bateador, el Players Choice Award, el Bate de Plata, el premio Luis Aparicio como el criollo más destacado y ahora todo esto se completa con el MVP, el jugador más valioso de la liga.
La prensa nacional –especializada en la cuestión deportiva o no– se vuelca con grandes titulares sobre este muchacho. Y hay algo interesante que destacar: en la edición especial de la Revista Líder, que editó Mari Montes, hay un trabajo sobre Cabrera, una entrevista donde la propia Mari le pregunta sobre aquellos incidentes aciagos en los que prácticamente perdía todo, su carrera, su familia; la adicción al alcohol lo puso al borde del abismo. Y él confiesa que en ese momento “la vida le dio un parao”.
Resulta que el problema no es caerse. “Caerse, se cae cualquiera”, se suele decir. Lo difícil, lo importante es levantarse, y tener el arrojo para no repetir el error y, a pesar de todos los obstáculos y tropiezos, seguir adelante. Y esa es, quizás, la más importante de todas las hazañas de Cabrera: haber superado el “parao” que le dio la vida para recuperarse y triunfar. Y eso no lo hace cualquiera, sólo los grandes.
Vaya pues, y no sólo por lo que logró en el terreno, el aplauso emocionado de todos los venezolanos para Miguel Cabrera, nuestro jugador más valioso de este año y de muchos más que vendrán.