Si como sospechan no pocos especialistas en la materia, tras el reclamo tardío de Venezuela a Guyana por el Esequibo se alienta una estrategia al estilo Galtieri, es decir, buscando una opción bélica para con ella distraer al país de su terrible crisis política, económica y social; si es así, entonces el gobierno guyanés le está haciendo un favor extraordinario al gobierno Venezolano. ¿Por qué? El diario 2001 lo resume con lenguaje coloquial en su primera página de hoy: “Guyana se pasó de la raya con la resolución”. Georgetown publicó coordenadas de “su espacio marítimo para reforzar su propiedad del mar territorial”. El canciller Carl Greenidge dijo que no quiere que hay confusión y recordó que “Venezuela pretendió establecer soberanía sobre esas aguas”. Aún más fuerte es la cita que le hacen al guyanés en El Nacional: Greenidge afirmó que su país había establecido los límites de acuerdo con los Derechos del Mar para que no haya confusión sobre el agua territorial “porque Venezuela reivindica cualquier cosa que ve”.
Ayer a esto no reaccionó Maduro, no reaccionó la canciller Delcy Rodríguez, quien lo hizo fue el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello. Lo destaca El Universal en su primera página: “Las acciones del gobierno guyanés son una provocación”, dice Cabello. “Para nada vamos a asumir una actitud guerrerista como algunos quisieran, sino una posición muy firme de defensa del territorio”. Últimas Noticias le da un perfil distinto a estas mismas declaraciones: “Guyana busca una respuesta de tipo militar. Greenidge es un peligro para su propio pueblo”.
Por ello, como decíamos al principio, si lo que está detrás del reclamo a Guyana es buscar una salida a lo Galtieri -el dictador argentino que para tratar de superar la crisis que asfixiaba a su país no se le ocurrió nada menos que invadir las Malvinas-, los guyaneses, cosa terrible, están brindando la oportunidad en bandeja de plata. Dios quiera que la sangre, literalmente, no llegue al río Esequibo.
Pero Cabello ayer declaró de todo un poco, habló hasta de cerveza: “Por las razones que sean el venezolano toma cerveza, culturales, sociales, la que sean… No tienes alimentos ¿y ahora te van a quitar la cerveza? Así se monta un plan para que el pueblo pierda la conciencia”. Eso lo dijo en su programa de televisión, a propósito de la detención de Fray Roa, el presidente de la Federación Venezolana de Licoreros y Afines. Lo interesante de esta declaración de Cabello es que reconoce el fondo de la crisis: no hay alimentos y pronto no habrá cerveza; ha podido agregarle que tampoco hay medicinas, ni real, ni seguridad, ni nada. Tiene razón Cabello, esto complica mucho más el ánimo ya caldeado e incómodo que se está viviendo entre todos los venezolanos.
Pero quizá la declaración más grave es la que destaca El Nuevo País: “300 opositores están en la mira. Diosdado Cabello reveló que tres centenares de personas pueden ser inhabilitados, jactándose de que no hay miembros del PSUV en la lista.” No deja de ser un detalle de sobrado cinismo: en el Psuv no hay inhabilitados. ¿Quién van a inhabilitar a alguien del Psuv? En su mancheta El Nuevo País se pregunta: “¿El presidente de la Asamblea Nacional con acceso a la lista de 300 dirigentes con potencial de ser inhabilitados, también es Contralor de la República?