Tradicionalmente los carros de la policía, las patrullas, tienen distintivos en su carrocería para que la gente sepa que se trata de un automóvil oficial, un automóvil de la autoridad, un automóvil que va a imponer el orden, a proteger al ciudadano indefenso donde quiera que esté. De hecho, en el techo de estas patrullas suelen colocarse las llamadas “cocteleras”, esos mecanismos con juegos de luces para inclusive llamar aún más la atención. Por si fuera poco, estos automóviles van armados con potentes sirenas para indicar que aquí viene la policía, la autoridad, abran paso. Así en todo el mundo, menos en nuestro país.
El hampa pareciera haber ganado de tal manera la batalla sobre las leyes y el orden, que ahora las policías en Venezuela tienen que disimular. No más cocteleras, no más insignias, no más placas. Ahora la policía, para decirlo en criollo, tiene que pasar agachada, como escondida. Los ataques con granadas contra diversas sedes policiales, en lo que a todas luces es una operación coordinada, han llamado la atención. Aunándole a esto la gran cantidad de policías asesinados en las últimas semanas y meses.
Ayer conversábamos al respecto con el periodista de sucesos Javier Ignacio Mayorca, quien llamaba la atención sobre lo medular del asunto: ¿por qué los ataques con granadas? Si las granadas son armas de guerra que sólo pueden estar en poder de las Fuerzas Armadas, ¿por qué esas granadas llegan a las manos civiles del hampa? Las Fuerzas Armadas, quienes fabrican y/o importan dichas granadas, deben tener la contabilidad exacta y precisa de todo este parque letal: cuántas son las granadas y, sobre todo, dónde están. En un país donde, gracias a las captahuellas, el gobierno sabe qué compró ayer un ciudadano y qué no puede comprar mañana, debe ser muy fácil seguirle la pista a una granada. Dice uno. Lo cierto es que son los delincuentes los que tienen las granadas y con ellas atacan a los policías.
Hoy la prensa reseña las palabras de Henrique Capriles Radonsky: “¿Por qué hay granadas al alcance de los civiles?” Y emplaza Capriles al Ministro de la Defensa para que le explique a los venezolanos; ningún otro como él para conocer la respuesta.
Se escuchan y leen informaciones diversas. Por ejemplo, diario 2001: “Bandas vengan sus muertos a fuerza de granadas. Investigan conexiones entre muerte de “Mini Joe” y los hechos de la 905 con los “bombazos”. En Efectococuyo: “Según el sub director de Polimiranda los ataques tienen que ver con la detención de El Picure.” Jesús “Chúo” Torrealba, Secretario Ejecutivo de la MUD, asomó una teoría aún más delicada. Le citan en Sunoticiero.com: “A propósito de los ataques con granadas, realizados este fin de semana contra sedes policiales del país, el Secretario Ejecutivo de la Unidad Democrática, le dijo al presidente Maduro que no se le ocurriera pensar que esto pudiera servir de pretexto para crear situaciones que interfieran o saboteen la marcha del país hacia el 6 de diciembre.” Deduce Torrealba que, tras estos ataques, quizás el gobierno se vea tentado a decretar Estado de Excepción en el centro del país.
Se oye de todo. Todo es posible.
excelente y muy valedero los tres primeros párrafos del articulo y como dice el refrán popular ….”piensa mal y acertarás”, lo dicho por Chuo es muy razonable, pareciera que se están creando las condiciones para la declaración de estado de excepción, no se entiende el cómo las “bandas” tienen granadas y el Gobierno no pueda conocer el por qué y el origen de las mismas.