Eba Say Ajá – Busca lo tuyo

  Recientemente en su paso por Caracas, Eddie Palmieri, a una pregunta de un periodista, sobre la Salsa que se hace hoy en día,   con algo de sorna  y molestia, sin duda,  respondió: “¿Salsa, cuál salsa? Aquí lo que hay ahora es una  tragedia rítmica.”

  Ciertamente, esa “tragedia rítmica” le ha hecho un daño terrible a esa música que tradicionalmente en el Caribe ha representado vigor, fuerza y mucha sabrosura. No en balde, hasta las nuevas generaciones, prefieren voltear a eso que se ha dado en  llamar hoy por hoy, más que nunca,  la  salsa brava, la salsa dura o la salsa cabilla y pesada. En especial, porque la que se hace ahora, es demasiado frágil, quebradiza, una salsa sosa, si vale el término.

  Palmieri, siento que puso, las banderillas bien en el alto, aunque, evidentemente, hay muy notorias excepciones. En nuestro país, por supuesto, Alfredo Naranjo y su Guajeo,  o Bailatino, el mismo Grupo Mango que ha renacido, en fin… hay excepciones, importantísimas, a la regla.

  En Nueva York,  la orquesta  The Spanish Harlem Orchestra, dirigida por Oscar Hernández.  Puerto Rico, también trae manifestaciones.

  Ahora, ¿Qué pasa si los viejos salseros, los importantes salseros, de las décadas de los 60, 70 y tempranos 80, se alejan de la grabación y lo que producen también termina siendo frágil y soso? Eso contribuye, por supuesto, al hundimiento.

  Por ello, cuando ocurre algo en la dirección contraria, el viejo salsero lo agradece de manera frenética. Recién se ha publicado “Eba Say Ajá” (no tengo la menor idea de lo que eso significa) un disco que reúne a Cheo Feliciano y  a Rubén Blades.

  Comenzamos a navegar esta semana por este disco, precisamente, por un tema que grabase Eddie Palmieri, en aquellos finales de los 60, teniendo como solista, sonero invitado, a Cheo Feliciano. Aquí,  el intérprete, Rubén Blades.