El repertorio que dejó en vida el gran Astor Piazzolla es inmenso, abarca el tango desde muchas posibilidades, lo ataca desde todos los blancos posibles. Sin embargo, si no quisiera tener un compendio, un buen compendio de lo que es la nuez de ese vasto repertorio, uno podría ir a uno de los pocos discos que dejó el maestro grabado en vivo, un gran concierto. El concierto ocurrió en 1987 nada menos que en el Central Park de la ciudad de Nueva York. Esta semana vamos a navegar por cinco emblemáticas piezas de aquel concierto antológico.