El pasado miércoles 02 de noviembre, la #SorpresadeliPod habitual en nuestro programa no fue sorpresa, no fue determinada por el azar del shuffle en el iPod, fue buscada exprofeso como una manera de responder. No hay que entrar en razones, ni mucho menos, porque se entiende el tono de la respuesta. Lo cierto es que ese gran son del Tite Curet Alonso, grabado por Ismael Miranda, cuando se independiza de la orquesta Harlow para fundar la suya propia, La orquesta Revelación, era una excelente manera de demostrar ese espíritu de reto que suele haber en la música popular, que la hubo en el son cubano y que continuó magníficamente en el mundo de la salsa. Sobre todo en la salsa neoyorquina de los 70’. Una vez que caí en el Sonerito pues entendí que no estaría de más navegar esta semana por algunos temas antológicos de la salsa, y antes de ella, que nos pueden dar idea de retos y desafíos siempre en el terreno musical. No son desafíos porque una mujer este de por medio, esto son desafíos por la virtud al canto, la virtud al hacer la música. Sin duda uno de los que cultivó esto y con acierto fu Tito Rodríguez.