El 22 de noviembre de 1928 se estrenó en La Ópera Garnier de París, el famoso bolero del compositor francés Maurice Ravel. Desde el mismo día de su estreno causó sensación y termino convirtiéndose no solo en la obra más popular e importante del compositor, sino en una de las obras más relevantes de la música académica del siglo XX. Fue dedicado, inspirado por la bailarina Ida Rubenstein, una bailarina muy afamada en aquellas primeras décadas del siglo pasado. La obra está inspirada en una danza española y se caracteriza por un tempo inavariable, un ritmo invariable con un ostinato, una melodía obsesiva en do mayor que se va repitiendo una y otra vez sin ninguna modificación, salvo los efectos orquestales.
La recuerdo en el año 1979. Vi en el Teatro Beacon de New York, nada menos que a Weather Report y algo que me sorprendió muchísimo es que, en algún momento, antes de comenzar el concierto, empezó a sonar el Bolero de Ravel y a medida que iba creciendo la intensidad de la música, iba bajando la intensidad de las luces y con el movimiento final, tan pronto se cierra la obra, arrancó la música de Weather Report.
Eso tiene esta obra como un embrujo, como algo hipnótico que nos va atrayendo para dejarnos en una atmosfera específica. Pensar en Ida Rubenstein y de ella veo una pintura de Valentín Serov de 1910, es pensar también en la sensualidad. La inspiradora de la obra está desnuda en este cuadro de Serov y desnuda estuvo -buena parte de la película 10, la mujer perfeta – Bo Dereck, quien sedujo a rabiar gracias a la música del Bolero de Ravel. De manera que el Bolero de Ravel ha dado para mucho. Pues entonces, con el Bolero de Ravel vamos a Navegar en esta semana y ya que hablaba de Weather Report ha dado pie para muchas versiones en el mundo del jazz. Una de ellas, de las más destacadas esta que interpreta el flautista Hubert Laws.