En marzo de 1967, se graba un disco muy importante en la larga carrera discográfica y exitosísima, por demás, de Frank Sinatra. Y un disco también muy importante para la música del Brasil, la bossa nova. Se graba el disco de Francis Albert Sinatra y Antonio Carlos Jobim.
Es un disco que fue arreglado por el maestro Claus Ogerman, marcando así todo un estilo que se prolongaría por muchas décadas. De hecho, cuando Diana Krall, se vuelca sobre los standards y hace algunos temas brasileños,- inlcusive, algunos temas, no brasileños los lleva a la bossa-, convoca de nuevo a Claus Ogerman, para que le traiga mucho de ese estilo.
Pero vayamos al disco del año 67, fue un disco, -como decíamos-, fundamental en la discografía de Sinatra, que entró a otros terrenos, a otras tonalidades, a otras cadencias, otros ritmos; y fundamental, para la música del Brasil, porque le terminó de dar el gran trampolín que le faltaba para imponer el bossa nova en aquellos años ’60.
Vamos abrir esta navegación con esta versión singular del Corcovado, el gran tema de Antonio Carlos Jobim, Quiet nights of quiet stars, Las tranquilas noches de tranquilas estrellas (Corcovado).