Hemos dedicado la navegación para esta semana al gran Alfredo Chocolate Armenteros, un trompetista singular, sensacional, maravilloso. En la película la ciudad prohibida de Andy Gracía, al final que se retira bailando, con esa cadencia única como a contra tiempo el guaguancó es el gran Chocolate Armenteros. Y así como en la escena final de la película él se nos va, en la vida real se nos fue este pasado 6 de enero en la ciudad de Nueva York. Falleció a la edad de 88 años, había nacido el4 de abril en Santaclara Cuba. Cuando logró conformar su grupo, al que llamó “Las Estrellas de Chocolate” grabó este son singular: “Lo que no hay es que morirse”. Pero a Chocolate le llegó la hora, sin embargo, creo que le vamos a recordar por siempre.