Historia del Quinteto Contrapunto (7)

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Imagen 2  Contrapunto, luego de un año 64 cargado de éxitos en el país, sale por primera vez al exterior. Van a Europa, van a presentarse en Roma en un programa de la radio-televisión Italiana, la RAI. Graban y el día 22 de septiembre de 1965 a las 9 de la noche se transmitiría el programa grabado. Los del Contrapunto se ponen de acuerdo para ir a un restaurante y verse allí en la televisión italiana.  Escribe Domingo:

  Un restaurante corriente con sus tres inevitables televisores, por supuesto fútbol  ciclismo y futbol, lo que puede dar una idea del tamaño popular del local. Nos colocamos en un rincón escondido, como nosotros, frente a uno de los televisores más desamparados, como nosotros. Estábamos llenos de hambre y expectativas. Pedimos vino y dedicamos el resto de nuestras vidas a esperarnos. Eran las NUEVE  en punto de la noche y  sin embargo estábamos vivos, hasta que una voz se nos quedó mirando y nos dijo en tono de bajo ruso lo que se podría traducir dada la “prepotenza” característica de los locutores “geniales”, más o menos así: “En el próximo programa les presentaremos a un famoso quinteto que nos llega desde Venezuela precedido de un gran suceso que los ubica en la cúspide de la crítica de la música popular. Ellos interpretarán para ustedes motivos populares de su país, en donde abundan playas azules bordeadas de cocoteros y ríos fabulosos. Esperamos que disfruten sus canciones y aquí los dejamos con el Quinteto Contrapunto”.

  Empezó el programa. Durante los primeros compases del primer atrevimiento había tal escándalo que parecía que estábamos al comienzo del primer tiempo de un partido entre la Lazio y la Fiorentina. Pero se oyó de repente el primer silbato. Alguna garganta valiente y sensible lanzó la palabra mágica “carino” que sonó como un arengue al revés, pues el silencio que se produjo fue igual al que se escucha cuando pitan un penalty en el primer minuto. “Cantan bonito, ¿por qué no los oímos?”, tronó la voz cuando casi terminaba la primera canción. Comenzó la segunda, “Pájaro Tilín”, y de ahí en adelante ya no hubo necesidad de árbitro alguno. Comenzaron a interesarse aún sin entender el idioma y en el aire se percibía como el calor intenso de una fogata emocionante cuyo humo les aguaba los ojos y empezaron aplaudir al televisor, hasta que el mesonero a la altura de la tercera y cuarta canción nos descubrió, y eso que no era genovés ni era el año de 1498. “Ma va  ¡madona mia!  ma eccoli qua, sono proprio loro. Guardateli”. No puede ser,  Virgen Santa, pero si aquí están ellos, mírenlos; y todo el restaurante se nos cayó encima. Después, no sé cuanto después, porque en esas circunstancias el tiempo se mide solo por palpitaciones, la paz volvió al mundo, y entonces, en retribución a la vida, nos dispusimos en actitud de concierto y cantamos tres canciones dedicadas especialmente al amor de todos los pueblos.

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2 comments

  1. Cesar Miguel, excelente serie. Yo conoci al Quinteto Contrapunto desde pequeña, mi tio tenia todos los discos y cada vez que lo visitabamos los escuchabamos y a mi personalmente, me fascinaban. Para mi, es el mejor grupo de musica popular venezolana.

  2. Así somos, ese es nuestro gentilicio, al menos, es la forma y manera en la que inscribo mi sentir venezolano y el que hasta el día de hoy, me colma de orgullo…Gracias por tanto Contrapunto! Gracias César Miguel por este “Deyavú”

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