Esta semana estamos navegando por el iPod con música venezolana. Heraclio Fernández compuso en el siglo XIX un vals que fue muy popular El Diablo Suelto.
El Diablo con el paso de los años, del siglo y de todo lo demás, se fue acelerando, acelerando, acelerando hasta que se convirtió en un diablo a millón, un diablo a dos mil por hora. Y es una pieza tan revesada que resulta una tentación ineludible para todos los músicos, sobre todo los jóvenes que asumen la música venezolana para experimentar sobre ella. Cuántas versiones no se han hecho tratando de jalar al Diablo Suelto hacia el mundo del jazz. De esa tentación no pudo escapar nuestro muy admirado y buen amigo Alfredo Naranjo con su vibráfono, de su primer disco como solista, está este diablo que él bautizó como El Diablo Influenciado.