Ahora, en esto de mezclar una melodía con otra sin que se perturben, creo que nadie llegó tan lejos como Rafael Somavilla, el arreglista y director de un experimento muy osado que a finales de los ’60 y principios de los ’70 se llevó adelante en Cuba, la Orquesta Cubana de Música Moderna. Por donde pasaron, bajo la dirección de Somavilla, pues Paquito D’Rivera, Arturo Sandoval, Chucho Valdés, todos esos monstruos que después conformarían Irakere.
Lo que vamos a escuchar ahora es singular. El tema que se nos ofrece es nada menos que el Concierto para Piano Nº 1 de Tchaikovsky con sus acordes emblemáticos. Resulta que Somavilla entendió que cuando el oía ese piano en eso primeros acordes, en realidad lo que estaba tocando no era Tchaikovsky, sino este legendario tema de la música cubana. Esto no tiene nombre, escuche.
César Miguel: Excelente regalo para todos los que te seguimos.Gracias Hermano desde la República Independiente del Zulia.
No hay necesidad de explicar que es armonía cuando escuchamos ay mama Inés de esta manera.