El disco aparece publicado en el otoño, y Diana Krall hace una rendición magnífica de “Autumn In New York”, y lo hace para dedicarle una dosis de cariño extra a esta ciudad que es fundamental para todos los jazzistas de estos tiempos.
Pero, en tiempos de Coronavirus, el otoño neoyorquino es un otoño gris, pálido y desierto, por lo que el videoclip que acompaña al tema, nos muestra una ciudad que contrasta con la alegría y la plenitud que lleva la letra tradicional: son calles vacías, calles desérticas.
En esta oportunidad, Diana Krall prescinde de la batería y se hace acompañar solo por contrabajo y guitarra. Pero la guitarra ahora es de Russell Malone, quien fuera su compañero de muchas aventuras discográficas de hace tiempo, y en el contrabajo nada menos que Christian McBride.
El arreglo de cuerdas, así como el arreglo de “But Beautiful”, corre por cuenta de Alan Broadbent.
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