Recién ha salido al mercado un disco sorprendente y maravilloso: “Mirror Mirror”. Algo así como “Espejito Espejito”. ¿Recuerdan cómo decía ¿Espejito, Espejito la bruja de Blancanieves? En este caso, el espejo no tiene que ver con la procura de ese tipo de belleza malvada.
“Espejo, Espejo” es porque hay dos pianos: uno frente al otro. Y esos dos pianos marcan cada uno su reflejo, y cada uno de los pianistas ve la imagen que, de alguna manera, tiene delante. Imagen que está haciendo música con quien la observa.
Hay una mujer que permanece todo el tiempo en las teclas. Es Eliane Elias. Y frente a ella va a estar Chick Corea y luego Chucho Valdés.
Eliane Elias conoció a Chick Corea en Brasil en 1978, y de inmediato tuvieron muy buena química. A pesar de pertenecer a generaciones distintas (ella siendo mucho más joven), tienen las mismas influencias, ambos vienen de formación clásica académica y les gustaban básicamente los mismos pianistas.
Ellos quedaron en grabar juntos ya en tiempos recientes, y esa grabación logró hacerse a finales del año pasado. De manera tal que cuando fallece Chick Corea, Eliane queda devastada y se decide a sacar al mercado y hacer públicas sus grabaciones con Chick Corea.
Habían hecho 4 grabaciones, pero para un disco le faltaba algo más. Es entonces cuando procura al virtuoso cubano Chucho Valdés, y graba 3 piezas más que completan este maravilloso disco “Mirror Mirror” con el cual vamos a navegar esta semana.
El disco abre con esta singular versión de “Armando’s Rhumba”, de Chick Corea.
Escuche también: “Ain’t That Love”, de Michael Stephenson & Alexander Claffy