El arreglo es viejo, digamos que proviene de comienzos de los años ’60. La orquesta que lo interpreta, sin embargo, no es la destinataria original de ese arreglo. El sonero, por ejemplo, es Hermén Olivera. Y esta grabación fue hecha en el Lincoln Center de la ciudad de Nueva York. La orquesta es la de Chico O’Farrill, que como Chico está muerto, es su hijo el que continúa la leyenda.
Arturo O’Farrill, el hijo de aquel legendario compositor, arreglista y líder de banda cubano, Chico O’Farrill, sigue adelante con la vieja escuela que le dejó su padre. De nuevo se procura el big bang del gran escenario de la ciudad de Nueva York. Y para ese concierto, así como buscó a Herman Olivera, también procuró el concurso de la cantante Claudia Acuña. Todos ellos a la larga en el mundo de la música, “Encantados de la vida”.
