Recientemente han salido publicados dos libros sobre el cáncer de Hugo Chávez, el primero “El Cáncer del Presidente”, con las firmas de Sebastiana Barráez y Fausto Masó. El segundo editado por El Nacional “El Cisne Negro, el cáncer de Hugo Chávez y la enfermedad de los lideres mesiánicos”, firmado por Julio César Pineda.
El primer libro “El Cáncer del Presidente”, se monta digamos, es un libro a dos tiempos, por una parte Sebastiana Barráez entrevista a destacados oncólogos, quienes dada su experiencia opinan sobre la enfermedad del presidente, hay un análisis sobre Navarrete, el polémico medico Navarrete, nos enteramos de quién es, y se van entre cruzando con textos ya políticos de Fausto Masó, donde Masó especula y compara por ejemplo, el manejo publico de la enfermedad de Hugo Chávez con la enfermedad de Fidel Castro. Además, hace como decía, especulaciones políticas sobre las verdaderas consecuencias que puede tener este caso único en la historia de Venezuela, como le definen acá en el libro.
El otro libro publicado recientemente “El Cisne Negro” de Julio César Pineda, es una aproximación distinta. El cisne negro es la rareza, y la rareza es esta enfermedad de Hugo Chávez. Hugo Chávez estaba preparado él, sus seguidores y hasta la misma oposición, para muchos y muy diversos escenarios políticos, pero en ninguno de ellos estaba incluida la eventual enfermedad. Pineda va a la historia y en la historia saca a colación, pues casos donde un hecho fortuito, inesperado, cambia por completo el curso de los acontecimientos. Nos contaba Pineda “las hemorroides de Napoleón fueron las que impidieron que él ganase la batalla de Waterloo, porque no pudo estar a caballo y no pudo comandar a sus tropas, porque estaba muy adolorido y quedo prácticamente en la retaguardia”, es la teoría que nos asomo Pineda. Eso como ejemplo para ir después a tantos otros casos y se remata entonces en las consecuencias políticas, en lo que ha representado políticamente este cáncer de Hugo Chávez.
Tanto el libro “El cisne Negro” de Julio César Pineda, como “El cáncer del presidente” de Sebastiana Barráez y Fausto Masó, sin embargo dejan de lado o no responden la pregunta crucial, la pregunta que seguramente usted se está haciendo, ¿Cuan grave es el cáncer del presidente? ¿Muere el presidente de este cáncer?, esas preguntas todavía no tienen respuesta.
Ninguno de los autores nos dice cuán grave está el presidente porque esa respuestas nos debería venir del propio Hugo Chávez quien tiene el deber de informar a los ciudadanos, de una manera clara, cuáles son las complicaciones de su enfermedad. Se puede entender que sea un asunto que deba tratarse con delicadeza y que el Presidente tiene derecho a la intimidad, sin embargo, él es una figura pública y sus problemas, por muy personales que sean, afectan a la colectividad venezolana. Ante tanto misterio, resulta valioso contar con este tipo de publicaciones ya que llegan de alguna forma los vacíos informativos que hay sobre este problema. En el caso específico del libro del Emb. Pineda, me gustó que haya hecho también una aproximación filosófica haciéndonos recordar que ante los avatares de la vida incluso los más poderosos no son nada, tal como diría Pedro Navaja: La vida nos da sorpresas.
Se dirìa en lenguaje coloquial: "Una cosa piensa el burro y otra quièn lo va arreando"