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Por: Luis E. Baralt
Lila Vanorio y Adriana Núñez Rabascal, “egresadas” de la escuela César Miguel Rondón, imprimen su propio estilo periodístico en el programa “En Vivo”, que se transmite todas las mañanas por FM 90.3, y lo hacen con clase, estilo y contundencia. También se las escucha por el 980 de DirecTv, la aplicación de Unión Radio, en unionradio.net y a través de la cuenta en Instagram, de @adriananunezr
Frente a los micrófonos, Adriana Núñez Rabascal, y Lila Vanorio esgrimen argumentos, debaten con entrevistados, fomentan la polémica, conducen, pegan contra las cuerdas a los guabinosos. Entre corte y corte buscan y actualizan información, no dejan de producir sobre la marcha. No alardean de su profesionalismo, pero pudieran si quisieran pues tienen buena escuela y mejor maestro, con quien aprendieron a agudizar el talante de esos periodistas que van al grano, que encuentran recodos para salirle al paso a la censura.
Son las voces más jóvenes de la 90.3; pero saben aglutinar escuchas tanto en Venezuela como en el exterior, una audiencia que busca y valora la información veraz y oportuna. En Vivo es, por decirlo de algún modo, la herencia que ambas obtuvieron luego de su paso por el programa de César Miguel Rondón, donde Vanorio ya había trabajado detrás de los micrófonos como productora general y luego al frente, codo a codo con el maestro, y a donde Rabascal se integró para armar un equipo de primera, junto a Luis Carlos Díaz.
“En Vivo es una suerte de noticiero comentado. Cada sección la abrimos siembre con titulares, para que la gente que está saliendo de su casa encuentre información fresca”, comenta Rabascal y recuerda que el horario de 8 a 10 am “quizás antes podía no tener tanto impacto pero ahora sí: es la hora en que la gente se está moviendo más”.
Inicialmente, En Vivo se transmitía de 11 a 1 de la tarde, un horario que desde el punto de vista periodístico tiene mucho movimiento, pues son las horas en las que se desarrollan la mayoría de las ruedas de prensa, donde hay mucho material en vivo, justamente. “Con el cambio de horario, decidimos enfocar el programa hacia la agenda diaria, lo que está previsto y las expectativas del día”, dice Vanorio. “Más que todo trabajamos la noticia, los temas más importantes. En la última parte del programa le dedicamos un poco al entretenimiento, como un detalle para despedir el programa”, complementa Rabascal.
La producción del programa corre por cuenta de ambas periodistas y Daniela Rojas. Las entrevistas dependen mucho de la dinámica informativa del momento por lo que generalmente los contactos los hacen de un día para el otro. “Tratamos de que el tema central, de 8:40 a 9:00 am, que es horario nacional, no dependa del día a día sino que lo vamos proponiendo para abordar durante la semana”, dice Vanorio.
Una agenda noticiosa para cada día
En Vivo se plantea en 6 entrevistas y secciones diferentes que cierran el programa de cada día. Los lunes “Noticias que son historia”, que implica revisar un hecho en su momento y que por algún motivo vuelve a tener relevancia. Los martes cierran con “Hilando ideas”, que trata de un hilo de Twitter que sea interesante y conversan con la persona que lo inició. “Los miércoles tenemos la sección ‘Intento fallido’, con una personalidad que nos cuenta un fracaso y qué aprendió de ese intento fallido. Los jueves hacemos un cuestionario ‘En cinco sentidos’ con personas conocidas; es un cuestionario muy sencillo en relación a cada uno de los sentidos. Y los viernes hacemos ‘Viernes de clásicos’, con expertos que nos dan 5 razones por las que un libro, una película, una canción, una serie, una comida, es un todo clásico”, comentan las periodistas.
Pensar para radio.
Adriana Rabascal y Lila Vanorio (@lilavanorio) hacen dupla también en el programa de televisión Zoom Político, que sale una vez a la semana en la señal internacional de IVC para Estados Unidos y América Latina. Allí tratan temas polémicos en materia política, económica, enfocadas generalmente en Venezuela. El programa se monta en América Digital donde se puede ver a través de YouTube.
Cuando Lila Vanorio se colocó por primera vez en vivo frente a los micrófonos no fue sencillo para ella. A pesar de que ya tenía experiencia como locutora en el programa Gente en Ambiente, de Napoleón Bravo, Vanorio asegura que fue difícil dejar de lado su instinto de productora radial. “Me constaba muchísimo no producir. Yo estaba sentada al lado de César, haciendo una entrevista, y si se caía la llamada mi instinto era levantarme de la silla y volver a llamar, o pararme e ir a recibir a los invitados… Ese rol de estar sentada y no produciendo, me costó muchísimo; pero César fue extraordinariamente generoso conmigo. Recuerdo que en mis primeras entrevistas, literalmente, me tomaba de la mano y cuando terminaba me decía ‘respira, traga’. Cuando nos tocó asumir el programa a Adriana y a mí, igual estaba aterrada, aunque me sentía un poco más tranquila y confiada porque lo que me daba mucha más seguridad era saber que con Adriana tengo muy buena química, sabemos trabajar juntas”.
Por su parte, Adriana Rabascal había tenido una carrera como reportera en Radio Caracas Radio, fue reportera y conductora de noticias en Televen, y ya había tenido un programa de radio con Vladimir Villegas, también en la 90.3 FM. Tabascal quería regresar a la radio y la oportunidad de oro vino al ser seleccionada para integrarse al equipo de César Miguel Rondón. “A partir de allí fue la cátedra de la radio durante 3 años y 3 meses”, asegura. “No solo por la autoridad que él tiene en material editorial, sino porque tuvimos un equipo de producción magnífico, que nunca había visto en las emisoras donde había trabajado, gente que de verdad pensaba y no se dedicaba nada más a levantar el teléfono. Con Lila y el resto de los productores aprendí a pensar para radio, pensar de manera editorial, pensar en lo que estábamos buscando al hacer una llamada, a qué público queremos llegar, qué es lo que queremos develar”.
Asegura Rabascal que con el equipo de César Miguel Rondón, tanto Vanorio como ella se entrenaron “en ese ejercicio de inventar seriados, inventar excusas, plantear temas de una manera que no resulte evidente que estamos diciendo lo que queremos decir. Sí, es un fastidio no poder tener a determinado vocero, o no poder decir alguna cosa o no poder ocuparse de un tema porque resulta demasiado sensible y sabemos lo vulnerables que son los medios de comunicación frente a los entes que los regulan, pero creo que esto nos ha obligado a pensar de una manera distinta y a sortear estos obstáculos, porque la gente se merece escuchar a alguien que haga el esfuerzo de mantenerla informada. Es lo que nos toca, es lo que hay y hay que trabajar”, concluye Rabascal.
