Recuerdo que cuando se dan los movimientos de liberación en la segunda mitad de los años 60, de liberación femenina, el gran símbolo de esta liberación femenina era quemar el sostén, quemar el brasier. Era como una manera de decir la mujer: “yo estoy de igual a igual contigo hombre, y tú hombre no usas brasier”. El hombre no usa brasier, por razones obvias, la mujer, entendemos, lo usa también por razones obvias. Pero había que buscar un símbolo y para las feministas ese símbolo era quemar el sostén.
Al margen de posturas políticas, posturas sociales, hay una pregunta que surge ¿Es útil o es inútil usar el sostén? Esto lo leo de la página de la BBC:
Desde hace 15 años, el doctor Jean-Denis Rouillon se ha propuesto estudiar los efectos que tiene el uso del sostén en los senos de las mujeres.
Para ello, este médico deportivo, que también es profesor de la universidad francesa de Franche-Comté, ha observado y medido cuidadosamente el busto de decenas de voluntarias.
Algunas han aceptado vivir su vida, e incluso hacer deporte, sin usar sujetador. Otras sólo lo hacen en algunas de sus actividades. El objetivo es ver si sus senos se caen más o menos al no estar contenidos.
Según resultados preliminares, el médico ha logrado comprobar que –entre las mujeres de 18 a 35 años que participan en el estudio– el pezón vuelve a subir un promedio de siete milímetros en un año cuando no se usa sostén. Los pechos, asegura el doctor, se fortalecen.
“Las voluntarias son estudiantes en carreras deportivas o en kinesioterapia, y muchas veces se trata de mujeres que quieren volver a una vida más natural, sin artificios”, declara el doctor Rouillon.
Laurette es una de ellas. Tiene 31 años y lleva diez participando en las investigaciones. “Rouillon era uno de mis profesores en la universidad, dice ella, donde estudiaba deporte. Él nos ofreció participar en la investigación y me pareció interesante”.
Mide una talla 90C (34B) y ya no usa sostén. “No fue difícil cambiar mis costumbres. Antes, cuando me quedaba en casa, muy raramente me ponía un sujetador. Ahora sólo lo uso de vez en cuando, con algunos vestidos, para salir en la noche, pero sólo por razones estéticas”.
Laurette es deportista. Practica el triatlón y es entrenadora deportiva. “Cuando trabajo, visto un sujetador deportivo sin aros por la gente que está en las clases. Pero cuando corro, por ejemplo, sólo uso una camiseta de tirantes y no siento ningún tipo de incomodidad”.
Desde el principio, Laurette sintió confianza porque nunca experimentó dolor en los senos cuando se movía. Recuerda que su entorno le aconsejaba no hacer deporte sin sostén. Sin embargo, siguió con el proyecto de Rouillon.
Los únicos inconvenientes, según ella, son la mirada y los comentarios de los demás, pero prefiere no fijarse en ellos. Cuando se siente incómoda, usa un sostén sin varillas.
A pesar de los primeros resultados, Rouillon no quiere sacar conclusiones definitivas, ya que el grupo de mujeres estudiado no es representativo de la población francesa. El objetivo del estudio es comprobar si los senos se caen más o menos al no estar contenidos.
Claro, a efectos ya venezolanos. Esta consideración ¿vale para las prótesis mamarias? ¿Vale para los implantes estos? Porque aquí abundan, y si se fuera hacer un estudio como ese en nuestro país, esa variable, por supuesto, habría que considerarla. Una mujer lee este trabajo y me comenta; pero no usar sostén es como si los hombres no usasen calzoncillos o interiores. En fin, no se me ocurre probarlo, a lo mejor tenga razón.