Se acabó lo que se daba

En 1953 nací yo, pero mucho más importante que eso es que ese mismo año nació Playboy. En efecto, 62 años atrás Hugh Hefner publicó la primera revista que traía, en todo su esplendor desnudo, nada menos a Mairlyn Monroe. Desde ese entonces y hasta el sol de hoy no han sido pocas las generaciones de hombres que han visto por primera vez un par de senos, un par de nalgas, de muslos y de vaginas, gracias a las páginas de Playboy. Pero, señoras y señores, sobre todo caballeros, eso se acabó. Como diría la salsa “se acabó lo que se daba”, porque ahora Hugh Hefner, 62 años después, ha decidido vestir a sus conejitas. ¿Se volvió moralista a los 82? No, nada que ver. Sigue siendo un viejo verde irreverente. El detalle es que ya el negocio no da.

Según confiesa el señor Scott Flanders, quien es el editor y consejero delegado de la revista, en los tiempos actuales de internet, donde se tiene todas las mujeres desnudas en un click, desnudas en todas las poses que usted quiera, en todos los videos imaginables, de todos los tipos que usted quiera, una revista como Playboy perdió todo el sentido. Deciden entonces buscar una imagen más moderna y limpia. Seguirán teniendo una playmate del mes, pero las fotos serán parecidas a los perfiles más atrevidos de Instagram.

Es decir, van a seguir teniendo mujeres en poses provocativas pero ahora perfectamente vestidas. Y no es por aquello de que una mujer algo cubierta es quizá más insinuante y provocadora que una totalmente descubierta. Es, sencillamente, porque están buscando aumentar el tiraje.

Playboy vendía 5,6 millones de ejemplares en 1975. En la actualidad apenas llega a las 800 mil copias anualmente. Ante esto hay que buscar a un público más amplio. ¿Cuál es ese público más amplio? El adolescente. En mi adolescencia uno se las arreglaba para comprar y conseguir Playboy, y se hacía el esfuerzo porque siempre era para mayores de 18 años, pero en un país como el nuestro eso nunca era demasiado rígido y uno siempre se salía con la suya, es decir, con su revista.

Pero hoy en día esos adolescentes no se arriesgan, ni siquiera se molestan porque tienen allí cerquita toda esa pornografía de internet. Ahora, pues, hay que hacer una revista apta para todo público, que se pueda vender sin tener que mostrar la cedula. Por ello visten a las mujeres porque esa censura sí funciona en los mercados naturales de Playboy que son los Estados Unidos y Europa.

Claro, Playboy siempre trajo artículos interesantes, maravillosas entrevistas. Todavía es famosa, por ejemplo, la
última entrevista a John Lennon poco antes de morir, que apareció precisamente en Playboy.

En aquel entonces, con no poca sorna, se decía “sí, entrevistas interesantes, es decir que tú compras Playboy sólo para leer entrevistas interesantes”. La pausa que quedaba era larga y por supuesto muy sarcástica.

Ahora, o usted de verdad se interesa por las entrevistas interesantes o se olvida del asunto. Porque las conejitas ya no se desnudarán más.