El día de ayer recibí el Premio “Valores Democráticos” en la categoría “Libertad de Pensamiento” de parte del Centro de Estudios Políticos y de Gobierno – CIAP – de la Universidad Católica Andrés Bello.
Estimados compañeros del Centro de Estudios Políticos y de Gobierno de la Universidad Católica Andrés Bello, distinguidos miembros de la Asamblea Nacional, las Academias Nacionales, la Asociación de Rectores Universitarios, de la Conferencia Episcopal venezolana, de Fedecámaras y la red venezolana de organizaciones de la Sociedad Civil (Sinergia), apreciadas autoridades de la UCAB, amigos.
No deja de ser una paradoja recibir este premio “Valores Democráticos” a la libertad de pensamiento en un momento en que, después de 29 años, no estoy más al aire en mi programa de radio por órdenes directas del régimen.
Pero, como aprendí en esta casa de estudios, informar y estar informado, son derechos y deberes insoslayables para cualquier ciudadano.
Como hombre de este oficio privilegiado al que le he dedicado 47 años de mi vida, recibo con humildad este reconocimiento. Lo recibo a nombre de los jóvenes periodistas que me han acompañado en todos estos años, buena parte de ellos, egresados de esta universidad. Pero sobre todo, lo recibo a nombre de todos los colegas que han pagado con prisión, tortura y exilio este sagrado oficio de transmitir la verdad.
En estos tiempos duros, ya no tengo el micrófono de la radio, ni el gran equipo que me acompañó, pero me queda algo de maña y empeño. Hay redes, aplicaciones, teléfonos y hasta boca a boca, y en estos espacios honraré este reconocimiento que me hacen, siendo vocero y vehículo de la lucha por la verdad y de la defensa a ultranza de nuestra democracia.
Ya empieza a soplar una brisa fresca. Es el anuncio que los buenos y benditos tiempos de libertad ya están por llegar
Muchas gracias,
César Miguel Rondón
