Pequeño viaje por los 75 de Dylan

El pasado 24 de Mayo Bob Dylan cumplió 75 años. El País de Madrid publicó: “75 cosas que quizá no sabías de Dylan”. El texto de Fernando Neira es extenso y exhaustivo. Muy interesante. No vamos a leer las 75 cosas que destacó Neira. Pero he escogido algunas al azar, las que más me han llamado la atención. Sirva este, pues, como un viaje por uno de los artistas y músicos más influyentes y representativos de toda la cultura popular en la segunda mitad del siglo XX y lo que va del XXI. Robert Allen Zimmeman, mejor conocido como Bob Dylan.

Se supone que el apellido Dylan es un homenaje al poeta Dylan Thomas, pero se trata de un dato que nunca ha confirmado el propio artista. Es más: otra versión asegura que su primer apellido artístico habría sido Dillon, como guiño a Matt Dillon, héroe de la serie televisiva de vaqueros Gunsmoke.

Gunsmoke se llamó en español La Ley del Revólver. Y Matt Dillon era el famoso Marshal Dillon a quien Chester, su alguacil, le perseguía arrastrando una pierna porque era renco. Marshal Dillon, lo recuerdo todavía.

En cuanto al nombre, sí ha admitido, en cambio, (en Chronicles, su autobiografía parcial de 2004), que prefirió “Bob” a “Bobby” para no parecerse a los cantantes Bobby Darin, Bobby Rydell y Bobby Vee.

 

Curiosamente, Bobby Vee tuvo a Dylan tocando en su grupo como pianista, allá por 1959. Se habían conocido cuando Bob trabajaba como ayudante de camarero en el Red Apple Café (Fargo, Dakota del Norte).

 

El pintor malagueño Pablo Ruiz Picasso es reivindicado por Dylan como una de sus mayores influencias artísticas. En Chronicles escribió: “Él partió por la mitad el mundo del arte y lo abrió como si fuera un huevo”.

 

En 1962, pocas semanas después de desembarcar en el Greenwich Village neoyorquino, Dylan consiguió actuar durante dos semanas como telonero del emblemático bluesman John Lee Hooker.

Dado que la nota es española El País incluye hay esta referencia:

   El más dylanita de nuestros cantautores, Joaquín Sabina, incluyó en su reciente gira “500 noches para una crisis” una versión de “It ain’t me, babe” que lleva por título “Ese no soy yo”. En sus tiempos de La Mandrágora, el de Úbeda ya había realizado una delirante adaptación de “Man gave name to all the animals” (El hombre puso nombre a los animales) que nunca ha conocido edición oficial.

El 23 de noviembre de 1963, un día después del asesinato de Kennedy, Bob actuó en el norte del estado de Nueva York. La primera canción de aquella velada fue The times they are a-changin’. Los tiempos están cambiando.

 

“Una enorme burbuja transparente de ego”. Esa fue la definición que de Dylan ofreció la cantante Joan Baez, su gran mentora en el Festival Folk de Newport de 1963 e intermitente pareja durante los dos años siguientes.

 

Dylan y The Beatles se conocieron el 28 de agosto de 1964 en la suite que los de Liverpool habían contratado en el hotel Delmonico de Park Avenue. Bob agasajó a sus ilustres anfitriones liándoles unos porros de marihuana. Fue la primera vez que los británicos probaban la hierba…


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Yo, en lo personal, pongo en duda la última frase, sobre todo después de los tiempos de Hamburgo

 

Tras la actuación de Dylan en el Royal Albert Hall (mayo de 1965) hubo un nuevo encuentro con los Beatles en el hotel Mayfair de Londres y una posterior visita a Kenwood, el palacete de 22 habitaciones que Lennon había adquirido en Weybridge. Según la leyenda, John y Bob grabaron una canción a medio hacer de la que nunca más se supo.

 

“Like a rolling stone” (1965) figura en diversas clasificaciones como la mejor canción del siglo XX, pero nunca llegó al número 1. Se lo impidió en las listas estadounidenses “I got you babe”, de Sonny & Cher.

 

A finales de 1965, la popularidad de Dylan era casi mayor como autor que como intérprete. En solo dos semanas, vieron la luz 80 discos sencillos con versiones de canciones rubricadas por él.

 

 

El mayor éxito inicial de las sesiones en el sótano fue The Mighty Quinn (o Quinn the Eskimo). La banda británica Manfred Mann la publicó como single a principios de 1968 y logró permanecer con ella durante dos semanas en el número 1 de las listas del Reino Unido.

 

¿Qué es primero, la música o la letra? En el caso de Dylan, las dos a la vez. Solo hay una excepción relevante, en sus propias palabras: el álbum John Wesley Harding (1968) fue casi en su totalidad una colección de textos a los que el autor puso música posteriormente.

 

El gran amigo beatle de Dylan acabó siendo George Harrison. Juntos escribieron dos canciones maravillosas, “If not for you” y “I’d have you anytime”, para la obra cumbre en solitario de Harrison, All things must pass (1970). Pero existe una tercera  colaboración de aquella época que solo está disponible en grabaciones piratas. Su título: “Working on a guru”.

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     “Knockin’ on heaven’s door”, el famosísimo tema central de la       película Pat Garret & Billy the Kid (1973), es el único single de Dylan que llegó al top 20 durante las décadas de los setenta y los ochenta. Y se quedó muy lejos de los puestos de gloria: no pasó del número 12.

 

Por cierto, la película Pat Garret & Billy the Kid, de Sam Peckinpah, tuvo a Dylan como actor.

 

Como sabemos Bob Dylan es de origen judío, nació judío, pero a finales de los 70 se convirtió al cristianismo. Y en esto, dicen, fue decisiva la figura de la actriz negra Mary Alice Artes, de la que el hombre se enamoró perdidamente. Se supone que en 1980 le regaló un anillo de compromiso valorado en 25.000 dólares, pero el romance no fraguó. De hecho, a Artes está dedicada la canción “The groom’s still waiting at the altar” (El novio está todavía esperando en el altar), del disco de 1981 Shot of love.

 

¿Dylan y Michael Jackson juntos? Asombroso pero cierto. Cantaron un dúo en febrero de 1987, en la fiesta en la que Elizabeth Taylor soplaba 55 velas de cumpleaños.

Y allí Dylan y Michael Jackson soplaron las velitas y cantaron para la señora. Y cerramos con algo importante:

 

En el año 2007, Bob Dylan recibió nada menos que El Príncipe de Asturias de las Letras.

Y   que eso no se nos olvide. Para muchos sigue siendo un candidato al Premio Nobel de Literatura. 75 años, y los que faltan para el gran Bob Dylan.

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