El articulista Clemency Burton-Hill de la BBC hizo un trabajo seleccionando los mejores compositores académicos del siglo XX. Entre ellos por ejemplo comienza su lista-no sé si esta lista esta jerarquizada tal como la presenta-pero en todo caso la comienza con Arnold Schoenberg.
Arnold Schoenberg
“Sería inconcebible -dijo una vez Schoenberg- atacar a los héroes que se atrevieron a volar sobre el océano o hacia el Polo Norte, porque sus logros son obvios para todo el mundo…pero siempre la mayoría se pone en contra de aquellos que exploran regiones desconocidas del espíritu…La música nueva nunca es bella en primer contacto”.
Al reinventar la armonía con la llamada “música dodecafónica” (o música de doce sonidos) alteró el curso de la música clásica para siempre.
Igor Stravinsky
Stravinsky se dio a conocer con “El Pájaro de Fuego”, obra producida en 1900 por “Los Ballets Rusos” de Diaghilev.
Trece años más tarde “La Consagración de la Primavera”, su ballet sobre un sacrificio pagano, ocasionó un legendario disturbio en su estreno.
La historiadora Barbara Tuchman acertadamente describió la obra como la “encarnación del siglo XX”.
El genio de Stravinsky tuvo un impacto trascendental sobre el resto del siglo, no solo sobre la música clásica, sino en el jazz, el rock, la literatura modernista, la pintura e incluso en el cine.
George Gershwin
Gershwin fue un profeta de la era del jazz. Su obra “Rapsodia en Blue” (1924) desestabilizó las categorías estéticas y su polémica ópera de 1935 Porgy & Bess llegó a definir una época.
Sin embargo, como señaló David Schiff, experto en su obra, quedó atrapado en el fuego cruzado entre “quienes ven a la cultura de masas como la expresión más válida de nuestro tiempo y quienes la ven como el final de la civilización Occidental”.
Muchos compositores contemporáneos de Gershwin, incluyendo a Aaron Copland, criticaron duramente su populismo.
Duke Ellington
Duke Ellington fue el compositor más prolífico del siglo. Un innovador espectacular, escribió música para toda clase de escenarios.
La esencia de su genialidad radica en su asombrosa habilidad para sintetizar elementos dispares de música, incluyendo el ragtime, canciones de trovadores, el blues y todos los sonidos desde Tin Pan Alley, como se conoce a los sellos y los artistas de la famosa cuadra de editores musicales de Manhattan que dominaron la industria entre finales del siglo XIX y comienzos del XX, hasta la tradición musical europea.
Siempre directamente expresivo y engañosamente simple, sus composiciones de blues explotaron nociones comunes de forma, armonía y melodía.
Dmitri Shostakovich
Perseguido por Stalin y declarado en 1936 como”enemigo del pueblo”, tras haber sido el niño mimado de la escena musical soviética, Shostakovich es una figura que cautivó la imaginación pública tanto por razones políticas como musicales.
Obligado a mantener a las autoridades contentas con sus obras sinfónicas – al menos hasta la muerte de Stalin – fue en otras piezas, como sus impresionantes quince cuartetos de cuerdas, donde pudo realmente extender los límites de su voz musical y conjurar un completo mundo emocional.
Benjamin Britten
Musicalmente hablando, Britten fue más conservador que otros titanes del siglo, pero su influencia y visión son incalculables, especialmente en el campo de la ópera.
En su emblemática ópera “Peter Grimes” (1945) colocó, de forma radical, a un antihéroe en el centro de la trama. Musicalmente, es un impresionante viaje a los recovecos más oscuros tanto de la psicología individual como grupal.
Leonard Bernstein
Bernstein fue un populista. Sin remordimientos y con gran intensidad quería compartir la música que le apasionaba.
Y como compositor, director, presentador, escritor y educador buscaba hacerla accesible al gran público. De él su obra más conocida “West Side Story”
Pierre Boulez
El compositor francés define la idea de lo que la música es en el presente, de cómo debería sonar y cómo podría ser en el futuro.
Ya en sus ochentas, en persona sigue siendo íntegramente cortés y circunspecto, y no da señales de bajar el ritmo.
Aún ejerce como director y sigue fiel a su feroz compromiso de educar a los artistas más jóvenes, ampliando los límites de su propia música. Una leyenda viviente.
Philip Glass
El compositor más imitado en el mundo es también uno de los más inteligentes y vorazmente curiosos.
Supuestamente “minimalista”, su indudable producción es maximalista, con unas 30 óperas, 10 sinfonías, música de cámara, conciertos para violín, piano, timbal y saxofón.
Glass es también reconocido por laureadas bandas sonoras de películas como “The Hours”, “The Thin Blue Line” y “El Show de Truman”.
Y ha trabajado con todo tipo de renombrados artistas como Paul Simon, Yo-Yo Ma, Woody Allen y David Bowie.
Es de destacar que en esta reseña de la BBC no figura ni un solo de los muchos y muy talentosos compositores latinoamericanos del siglo XX.
Artículo publicado en la BBC Culture 11/12/2014