Por: Laureano Márquez
Cuando observo las largas colas en las estaciones de servicio para el último llenado a precio regalado, me entra una tristeza grande sobre nosotros y nuestra relación con él país. Nuestra noción de patria es la golilla, si nuestro provecho personal implica el hundimiento del país, no nos importa demasiado. Estamos en eso que Mariano Picón Salas llamaba lúcidamente el ¨vivamos, callemos y aprovechemos¨. Esa es la verdadera diferencia entre nosotros y las naciones que viven la institucionalidad desde adentro. Venezuela no cambiará, aunque se vaya Maduro, si no cambia en nuestro corazón, si no cambia nuestra relación de aprovechamiento de lo colectivo para provecho personal. Eso es lo que para mí significan estas colas de última hora.
Cuánta razón Laureano. Gracias a tus reflexiones cambiaremos nuestra manera de comportarnos.
y punto…
Realmente esa realidad es la que lo marca a uno como persona, ver esa viveza tonta, la típica “viveza criolla” que tanto mal nos ha hecho. Me pregunto qué tanto puede alguien ahorrarse con el último tanque a precio viejo, ¿vale la pena esa cola para un ahorro tan miserable, que luego gastamos en un simple “marroncito”,. Siento como que nos vendemos muy barato, siento q los principios poco valen, si sin ellos me ahorro unos pocos cobres.
A precio nuevo, llenar un tanque de 95 octanos, en un coche mediano, puede costar unos 200Bf,, menos q lo que cuesta un kilo de yuca en un mercado vecinal, y con todo, aun corremos a llenar el tanque para un simple ahorro de un kilo de yuca. ¿vale la pena dejar vernos la poca clase que poseemos?, ¿seguiremos siendo siempre tan golilleros?, .. Madre Miía!!!